Vlasic, que vive en Brescia, fue expulsado del estado clerical en 2009, hace 11 años. En ese entonces estaba bajo sospecha de "herejía y cisma" y fue acusado de "propalar doctrinas cuestionables, manipular consciencias, misticismos sospechoso, desobediencia a las órdenes legítimas y desacato contra el sexto mandamiento", que ordena no cometer actos impuros.
También se presentaba como director espiritual de los "videntes" y señalaba que la Virgen María los ha visitado por lo menos unas 40 mil veces.
La Diócesis de Brescia informó en un comunicado que el decreto de la CDF “ha declarado que el señor Vlasic ha incurrido en la pena de excomunión”, que solo puede ser levantada por la Santa Sede. Esto ha sucedido porque en estos años, Vlasic “nunca ha cumplido con las prohibiciones que se le impusieron en el precepto penal canónico emitido en relación a él por la misma Congregación el 10 de marzo de 2009”.
Cuando fue expulsado del estado clerical, a Vlasic se le prohibió el trabajo apostólico y la formación, especialmente con lo relacionado a Medjugorje.
“De hecho –prosigue el comunicado– en estos estos años en la Diócesis de Brescia y en otros lugares (Vlasic) ha seguido desarrollando actividades de apostolado ante individuos y grupos mediante medios informáticos, ha seguido declarándose religioso y sacerdote de la Iglesia Católica, simulando la celebración de sacramentos no válidos, ha seguido suscitando grave escándalo entre los fieles, haciendo actos gravemente lesivos a la comunión eclesial y la obediencia a la autoridad eclesiástica”.
Con la excomunión, Vlasic tiene explícitamente prohibido “tomar parte de algún modo como ministro en la celebración de la Eucaristía o de cualquier otra ceremonia de culto público, celebrar sacramentos o sacramentales o recibir los sacramentos, ejercer funciones o ministerios o encargos eclesiásticos cualesquiera que sean o realizar actos de gobierno”.
Finalmente el comunicado precisa que si “el señor Vlasic quisiera tomar parte de la celebración de la Eucaristía o de cualquier acto de culto público, debe ser alejado o se debe interrumpir la acción litúrgica, si esto no se opone a una grave causa”.
MedjugorjeEn mayo de 2019 el Papa Francisco autorizó la organización de peregrinaciones al santuario mariano de Medjugorje, en Bosnia Herzegovina, siempre que no impliquen un reconocimiento de las presuntas apariciones ya que todavía se encuentran en estudio por parte del Vaticano.
Las presuntas apariciones comenzaron en junio de 1981, cuando seis niños aseguraron experimentar fenómenos que serían apariciones de la Virgen María con un mensaje de paz para el mundo, un llamado a la conversión, la oración y el ayuno, así como ciertos secretos que rodean eventos futuros.
Además, se dice que tres de los seis niños que ahora son adultos jóvenes siguen recibiendo apariciones todas las tardes porque no se han revelado todos los "secretos" que se les proponen.
Desde sus comienzos, las presuntas apariciones han sido fuente de controversia pero también de conversión. En enero de 2014, una comisión del Vaticano, presidida por el Cardenal Camillo Ruini, concluyó una investigación de casi cuatro años sobre los aspectos doctrinales y disciplinarios de las supuestas apariciones de Medjugorje, y presentó un documento a la CDF que aún está en estudio.
Cuando la Congregación finalice su trabajo, enviará un informe al Santo Padre y será él quien tome la decisión final.
Según dijo el Papa Francisco en mayo de 2017, durante el vuelo de regreso a Roma tras su visita a Fátima, el documento que se está estudiando establece una distinción entre las primeras apariciones marianas en Medjugorje y las posteriores.
Sobre las “presuntas apariciones actuales”, dijo Francisco, “el informe tiene sus dudas”.
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