noviembre 2015

REDACCIÓN CENTRAL, 01 Dic. 15 (ACI).- Cada 1 de diciembre se celebra el Día Mundial de la lucha contra el SIDA, una enfermedad que continúa cobrando muchas vidas.

Según el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA o UNAIDS en inglés), en el 2014, 36.9 millones de personas vivían con el VIH. Es decir, seres humanos que  tienen el virus, pero que aún no han desarrollado la enfermedad y para quienes es importante el uso de los retrovirales.

En junio de 2015 solo 15.8 millones tenían acceso al tratamiento antirretroviral y más del 50 por ciento no podían acceder al mismo, entre ellos aproximadamente 1.8 millones de niños.

Asimismo sólo en 2014, “alrededor de 2 millones de personas se infectaron con el VIH y 1.2 millones de personas murieron de enfermedades relacionadas con el SIDA”, indica UNAIDS.

Un dato preocupante que dan a conocer los expertos es que la cantidad de personas que no saben que están infectadas asciende a 17. 1 millones.

A diferencia de muchos organismos e instituciones que proponen métodos anticonceptivos como el uso del preservativo (condón) para frenar el SIDA, la Iglesia destaca que la fidelidad en los esposos y la castidad hasta el matrimonio es el medio más seguro para evitar todo tipo de enfermedad de transmisión sexual.

San Juan Pablo II, con motivo de la Jornada Mundial del enfermo 2005, envió un mensaje al mundo y recordó que para combatir el SIDA de modo responsable “es preciso aumentar su prevención mediante la educación en el respeto del valor sagrado de la vida y la formación en la práctica correcta de la sexualidad”.

“En efecto, aunque son numerosas las infecciones que se transmiten por contagio a través de la sangre especialmente durante la gestación -infecciones que hay que combatir con todo empeño-, mucho más numerosas son las que se producen por vía sexual, y que pueden evitarse sobre todo con una conducta responsable y la observancia de la virtud de la castidad”, enfatizó.

La Iglesia en todos estos años no sólo ha buscado prevenir, sino que, a través de sus diversas instituciones religiosas y laicales, lleva adelante centros de salud, hospitales y albergues donde se acoge y se busca dar una mejor calidad de vida a los portadores del VIH y a los que padecen con el SIDA.

Por ello, en este día especial de lucha contra el SIDA, unidos a miles de cristianos, proponemos la siguiente oración para que Dios dé fortaleza a los que sufren de este mal.

Oración por los enfermos de SIDA

Oh Dios, Padre nuestro, escucha nuestra oración por los que están enfermos por el SIDA, por los que están en peligro de muerte. Concédeles el consuelo de tu presencia, haz que busquen tu rostro, y encuentren la fuerza en ti que eres la fuente de la vida. Señor Jesús, escucha nuestra oración por los que acaban de enterarse que están infectados por el virus VIH pero que no están aún enfermos. Recuérdales que tienen aún una vida ante ellos: haz que encuentren en ti la Vida, el Camino y la Verdad. Espíritu Santo de Dios, escucha nuestras oraciones por los que se ocupan de las personas enfermas de SIDA. Concédeles la certeza de la presencia del Padre y el amor de Jesús. Concédeles tu consuelo, dales tu paz. Padre, te rogamos para que todos oigamos tu llamada en estas circunstancias, una llamada de arrepentimiento, una llamada de ayuda a los otros. Ayúdanos para que podamos vivir de manera responsable, no pensando solamente en nosotros sino también en los que están en nuestro entorno. Te rogamos por los científicos y los médicos para que encuentren un remedio al Sida. Guíanos para que podamos dar tu consuelo a los que tienen necesidad de ayuda. Eleva nuestros corazones de compasión para que los enfermos de Sida tengan la certeza de que la Iglesia los ayudará; Guíanos para que sepamos cómo ayudar a los que tienen necesidad. Esto te lo pedimos porque tu misericordia por nosotros es inmensa. Señor de misericordia, escucha nuestra oración. Amén.

ROMA, 30 Nov. 15 (ACI).- Durante su viaje a República Centroafricana, el tercer país que visitó en África en el viaje que ha concluido hoy, el Papa Francisco cambió su agenda y visitó por sorpresa un hospital pediátrico de Bangui. Este gesto alegró a los niños internados y a los trabajadores.

Según informó en una conferencia de prensa el P. Federico Lombardi, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el Santo Padre llevó como regalo varias cajas que contenían medicinas, preparadas por el hospital romano Bambino Gesù y confirmó que la visita estuvo “fuera del programa oficial”.

Conmovedora imagen. Papa Francisco visitó a niños ingresados en hospital de Bangui, República Centroafricana pic.twitter.com/i3fzNap1qX

— Teledos (@teledos_tcs) noviembre 30, 2015

Una vez centro de salud, el Pontífice entregó el obsequio y saludó a los pacientes y a los trabajadores del hospital. Las imágenes de esta visita han conmovido a miles de usuarios en las redes y han dado la vuelta al mundo.

Después de este encuentro, el Papa se dirigió a la Catedral de Bangui para abrir la Puerta Santa.

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ROMA, 30 Nov. 15 (ACI).- Los ugandeses recibieron con los brazos abiertos al Papa Francisco y no escatimaron en manifestar su alegría. A continuación algunos episodios que no se vieron durante esta especial visita del Santo Padre.

1.- Una mujer con discapacidad y un anciano hicieron esto para ver al Papa

Margaret Naluyima es una mujer con discapacidad. Tiene 35 años y es de Kampala Bweyogerere. Estuvo en el Santuario de Namugongo desde la noche anterior a la llegada del Papa. Narró a ACI Prensa que todo fue una experiencia maravillosa, a pesar de la lluvia. Comentó que es “hermoso poder ver al Papa” y pidió a todos los católicos que se interesen en el Santo Padre y que mantengan su fe. Daniel Ssemwogerere, un militar, la acompañó.

 

http://aciprensa.tumblr.com/post/134199167178/margaret-naluyima-es-una-mujer-discapacitada-de-35

 

Por otro lado, Deogracia Kanamijigo, un anciano de 85 años, caminó lentamente apoyado en su bastón, desde las 5:00 a.m. para ver al Papa en esa Misa. Manifestó a ACI Prensa que estaba muy contento por haber llegado hasta el santuario por sus propios medios.

 

http://aciprensa.tumblr.com/post/134199467398/deogracia-kanamijigo-es-un-anciano-de-85-años-que

 

2.- Un selfie con el Papa

Algunos de los asistentes al encuentro del Santo Padre con los jóvenes en el Kololo Air Strip, en Kampala, utilizaron la aplicación Pope Selfie para tomarse un selfie con el Papa Francisco.

 

http://aciprensa.tumblr.com/post/134200146638/los-asistentes-al-encuentro-del-papa-con-los

 

3.- La alegría de los fieles

El pueblo ugandés tiene una forma especial para manifestar su alegría: mediante el Zaghareet, un grito para expresar regocijo; el canto y la danza. Así lo hicieron en el Santuario de los Mártires de Namugongo donde el Pontífice celebró la Eucaristía y en el encuentro con los jóvenes en el Kololo Air Strip.

 

http://aciprensa.tumblr.com/post/134201129944/los-ugandeses-manifestaron-su-alegría-por-ver-al

 

4.- Los carteles en español e italiano

Un grupo de niños preparó un detalle muy especial para recibir el Papa Francisco en el Kololo Air Strip: unos carteles en español e italiano donde se leía “Bienvenido caro Papa Francesco” (Bienvenido querido Papa Francisco) “Amamos mucho Papa Francesco” y “Bienvenido a Uganda Papa Francisco”.

 

http://aciprensa.tumblr.com/post/134202332783/carteles-con-saludos-en-español-para-el-papa

 

5.- El ritmo de los jóvenes

En el Kololo Air Strip de la ciudad de Kampala, un grupo de jóvenes ugandeses vestidos con trajes típicos dieron la bienvenida al Santo Padre con diversas danzas tradicionales, acompañados de tambores y cantos.

 

http://aciprensa.tumblr.com/post/134202111233/en-el-encuentro-del-papa-con-los-jóvenes-en-el

 

http://aciprensa.tumblr.com/post/134202962643/los-jóvenes-ugandenses-recibieron-con-danza-y

 

6.- La bella música ugandesa

Al igual que en Kenia, la música fue un factor importante en esta visita. Tanto en la Misa en el Santuario de los Mártires de Namugongo como en el encuentro con los jóvenes, el repertorio fue muy variado y animó a todos los asistentes.

 

http://aciprensa.tumblr.com/post/134199839122/la-música-ugandesa-hizo-gala-y-acompañó-la

 

7.- La niña que recibió el beso del Papa

Después de la Misa en el Santuario de Namugongo, el Santo Padre se detuvo para recibir a una niña y besarle la frente.

This little girl was so blessed to meet @Pontifex #AtNamugongo shortly after mass. #PopeInUganda #PopeinAfrica pic.twitter.com/byjUREV9WN

— Josh Wama (@JoshWama) noviembre 28, 2015

8. - Un parto en Namugongo

Una policía llamada Jackie Among dio a luz a niña mientras se dirigía al Santuario de los Mártires de Namugongo para ver al Papa Francisco. La bebé fue llamada Franchesca en honor al Pontífice.

#PopeInUganda. ASP Jackie Among gives birth at Namugongo as she has gone to see @Pontifex & names child Franchesca pic.twitter.com/LpDtMwNzLy

— New Vision UGANDA (@newvisionwire) noviembre 28, 2015

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BANGUI, 30 Nov. 15 (ACI).- En la Santa Misa en el Estadio Deportivo Barthélémy Boganda de Bangui, el Papa Francisco hizo hoy un fuerte llamado a la evangelización y a ir de la mano con Cristo y cambiar el ffuturo del país. Fue el último acto del Pontífice en Centroafrica antes de regresar a Roma.

“La vida eterna no es una ilusión”, afirmó en la homilía que pronunció ante miles de centroafricanos que participaron en la celebración. “En todo esto, Cristo resucitado nos toma de la mano y nos lleva a seguirlo”, subrayó después.

El Santo Padre les pidió mirar al futuro y decidirse “con determinación a abrir una nueva etapa en la historia cristiana de su País, a lanzarse hacia nuevos horizontes, a ir mar adentro, a aguas profundas”.

También invitó a dar gracias a Dios “por su presencia y por la fuerza que nos comunica en nuestra vida diaria, cuando experimentamos el sufrimiento físico o moral, la pena, el luto; por los gestos de solidaridad y de generosidad que nos ayuda a realizar; por las alegrías y el amor que hace resplandecer en nuestras familias, en nuestras comunidades, a pesar de la miseria, la violencia que, a veces, nos rodea o del miedo al futuro; por el deseo que pone en nuestras almas de querer tejer lazos de amistad, de dialogar con el que es diferente, de perdonar al que nos ha hecho daño, de comprometernos a construir una sociedad más justa y fraterna en la que ninguno se sienta abandonado”.

El Papa pidió que todos ser maravillen de la labor misionera que llevó por vez primera la alegría del Evangelio a esa nación y aseguró que “es bueno, sobre todo en tiempos difíciles, cuando abundan las pruebas y los sufrimientos, cuando el futuro es incierto y nos sentimos cansados, con miedo de no poder más, reunirse alrededor del Señor, como hacemos hoy, para gozar de su presencia, de su vida nueva y de la salvación que nos propone, como esa otra orilla hacia la que debemos dirigirnos”.

La mirada puesta en la vida eterna “ha fortalecido siempre el ánimo de los cristianos, de los más pobres, de los más pequeños, en su peregrinación terrena”.

Pero esa “es una realidad que transforma ya desde ahora nuestra vida presente y el mundo en que vivimos”.

El Papa exhortó además a romper con el “hombre viejo”, con el “hombre pecador, siempre inclinado a ceder a la tentación del demonio –y cuánto actúa en nuestro mundo y en estos momentos de conflicto, de odio y de guerra–, que lo lleva al egoísmo, a encerrarse en sí mismo y a la desconfianza, a la violencia y al instinto de destrucción, a la venganza, al abandono y a la explotación de los más débiles”.

“Sabemos también que a nuestras comunidades cristianas, llamadas a la santidad, les queda todavía un largo camino por recorrer”, dijo Francisco.

En esta situación, “cada uno en su corazón puede preguntarse sobre su relación personal con Jesús, y examinar lo que ya ha aceptado –o tal vez rechazado– para poder responder a su llamado a seguirlo más de cerca”.

En la última parte de la homilía, Francisco habló de la necesidad de nuevos mensajeros que sean “más generosos, más alegres, más santos”. “Todos y cada uno de nosotros estamos llamados a ser este mensajero que nuestro hermano, de cualquier etnia, religión y cultura, espera a menudo sin saberlo”.

El Papa recordó que Cristo “ha resucitado de entre los muertos” y por eso “desde entonces, las dificultades y sufrimientos que padecemos son ocasiones que nos abren a un futuro nuevo, si nos adherimos a su Persona”.

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BANGUI, 30 Nov. 15 (ACI).- El Papa Francisco celebró una multitudinaria Santa Misa en el Estadio Deportivo Barthélémy Boganda de Bangui y pidió gozar de la salvación que Jesús propone porque “La vida eterna no es una ilusión, no es una fuga del mundo, sino una poderosa realidad que nos llama y compromete a perseverar en la fe y en el amo”.

A continuación, el texto completo de su homilía:

No deja de asombrarnos, al leer la primera lectura, el entusiasmo y el dinamismo misionero del Apóstol Pablo. «¡Qué hermosos los pies de los que anuncian la Buena Noticia del bien!» (Rm 10,15). Es una invitación a agradecer el don de la fe que estos mensajeros nos han transmitido. Nos invita también a maravillarnos por la labor misionera que –no hace mucho tiempo– trajo por primera vez la alegría del Evangelio a esta amada tierra de Centroáfrica. Es bueno, sobre todo en tiempos difíciles, cuando abundan las pruebas y los sufrimientos, cuando el futuro es incierto y nos sentimos cansados, con miedo de no poder más, reunirse alrededor del Señor, como hacemos hoy, para gozar de su presencia, de su vida nueva y de la salvación que nos propone, como esa otra orilla hacia la que debemos dirigirnos.

La otra orilla es, sin duda, la vida eterna, el Cielo que nos espera. Esta mirada tendida hacia el mundo futuro ha fortalecido siempre el ánimo de los cristianos, de los más pobres, de los más pequeños, en su peregrinación terrena. La vida eterna no es una ilusión, no es una fuga del mundo, sino una poderosa realidad que nos llama y compromete a perseverar en la fe y en el amor.

Pero esa otra orilla más inmediata que buscamos alcanzar, la salvación que la fe nos obtiene y de la que nos habla san Pablo, es una realidad que transforma ya desde ahora nuestra vida presente y el mundo en que vivimos: «El que cree con el corazón alcanza la justicia» (cf. Rm 10,10). Recibe la misma vida de Cristo que lo hace capaz de amar a Dios y a los hermanos de un modo nuevo, hasta el punto de dar a luz un mundo renovado por el amor.

Demos gracias al Señor por su presencia y por la fuerza que nos comunica en nuestra vida diaria, cuando experimentamos el sufrimiento físico o moral, la pena, el luto; por los gestos de solidaridad y de generosidad que nos ayuda a realizar; por las alegrías y el amor que hace resplandecer en nuestras familias, en nuestras comunidades, a pesar de la miseria, la violencia que, a veces, nos rodea o del miedo al futuro; por el deseo que pone en nuestras almas de querer tejer lazos de amistad, de dialogar con el que es diferente, de perdonar al que nos ha hecho daño, de comprometernos a construir una sociedad más justa y fraterna en la que ninguno se sienta abandonado. En todo esto, Cristo resucitado nos toma de la mano y nos lleva a seguirlo. Quiero agradecer con ustedes al Señor de la misericordia todo lo que de hermoso, generoso y valeroso les ha permitido realizar en sus familias y comunidades, durante las vicisitudes que su país ha sufrido desde hace muchos años.

Es verdad, sin embargo, que todavía no hemos llegado a la meta, estamos como a mitad del río y, con renovado empeño misionero, tenemos que decidirnos a pasar a la otra orilla. Todo bautizado ha de romper continuamente con lo que aún tiene del hombre viejo, del hombre pecador, siempre inclinado a ceder a la tentación del demonio –y cuánto actúa en nuestro mundo y en estos momentos de conflicto, de odio y de guerra–, que lo lleva al egoísmo, a encerrarse en sí mismo y a la desconfianza, a la violencia y al instinto de destrucción, a la venganza, al abandono y a la explotación de los más débiles…

Sabemos también que a nuestras comunidades cristianas, llamadas a la santidad, les queda todavía un largo camino por recorrer. Es evidente que todos tenemos que pedir perdón al Señor por nuestras excesivas resistencias y demoras en dar testimonio del Evangelio. Ojalá que el Año Jubilar de la Misericordia, que acabamos de empezar en su País, nos ayude a ello. Ustedes, queridos centroafricanos, deben mirar sobre todo al futuro y, apoyándose en el camino ya recorrido, decidirse con determinación a abrir una nueva etapa en la historia cristiana de su País, a lanzarse hacia nuevos horizontes, a ir mar adentro, a aguas profundas. El Apóstol Andrés, con su hermano Pedro, al llamado de Jesús, no dudaron ni un instante en dejarlo todo y seguirlo: «Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron» (Mt 4,20). También aquí nos asombra el entusiasmo de los Apóstoles que, atraídos de tal manera por Cristo, se sienten capaces de emprender cualquier cosa y de atreverse, con Él, a todo.

Cada uno en su corazón puede preguntarse sobre su relación personal con Jesús, y examinar lo que ya ha aceptado –o tal vez rechazado– para poder responder a su llamado a seguirlo más de cerca. El grito de los mensajeros resuena hoy más que nunca en nuestros oídos, sobre todo en tiempos difíciles; aquel grito que resuena por «toda la tierra […] y hasta los confines del orbe» (cf. Rm 10,18; Sal 18,5). Y resuena también hoy aquí, en esta tierra de Centroáfrica; resuena en nuestros corazones, en nuestras familias, en nuestras parroquias, allá donde quiera que vivamos, y nos invita a perseverar con entusiasmo en la misión, una misión que necesita de nuevos mensajeros, más numerosos todavía, más generosos, más alegres, más santos. Todos y cada uno de nosotros estamos llamados a ser este mensajero que nuestro hermano, de cualquier etnia, religión y cultura, espera a menudo sin saberlo. En efecto, ¿cómo podrá este hermano –se pregunta san Pablo– creer en Cristo si no oye ni se le anuncia la Palabra?

A ejemplo del Apóstol, también nosotros tenemos que estar llenos de esperanza y de entusiasmo ante el futuro. La otra orilla está al alcance de la mano, y Jesús atraviesa el río con nosotros. Él ha resucitado de entre los muertos; desde entonces, las dificultades y sufrimientos que padecemos son ocasiones que nos abren a un futuro nuevo, si nos adherimos a su Persona. Cristianos de Centroáfrica, cada uno de ustedes está llamado a ser, con la perseverancia de su fe y de su compromiso misionero, artífice de la renovación humana y espiritual de su País.

Que la Virgen María, quien después de haber compartido el sufrimiento de la pasión comparte ahora la alegría perfecta con su Hijo, los proteja y los fortalezca en este camino de esperanza. Amén.

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BANGUI, 30 Nov. 15 (ACI).- El Papa Francisco ha celebro un encuentro con la Comunidad musulmana de Bangui (República Centroafricana) en la Mezquita central de Koudoukou. Allí Francisco dijo que “somos hermanos”, “tenemos que comportarnos como tales” y pidió decir “no” a la violencia.

A continuación, el texto completo del Papa:

Queridos amigos, representantes y creyentes musulmanes:

Es para mí una gran alegría estar con ustedes y expresarles mi gratitud por su afectuosa bienvenida. Agradezco particularmente al Imán Tidiani Moussa Naibi sus palabras de bienvenida. Mi visita pastoral a la República Centroafricana no estaría completa sin este encuentro con la comunidad musulmana.

Cristianos y musulmanes somos hermanos. Tenemos que considerarnos así, comportarnos como tales. Sabemos bien que los últimos sucesos y la violencia que ha golpeado su país no tenía un fundamento precisamente religioso. Quien dice que cree en Dios ha de ser también un hombre o una mujer de paz. Cristianos, musulmanes y seguidores de las religiones tradicionales, han vivido juntos pacíficamente durante muchos años. Tenemos que permanecer unidos para que cese toda acción que, venga de donde venga, desfigura el Rostro de Dios y, en el fondo, tiene como objetivo la defensa a ultranza de intereses particulares, en perjuicio del bien común. Juntos digamos «no» al odio, a la venganza, a la violencia, en particular a la que se comete en nombre de una religión o de Dios. Dios es paz, salam.

En estos tiempos dramáticos, las autoridades religiosas cristianas y musulmanes han querido estar a la altura de los desafíos del momento. Han desempeñado un papel importante para restablecer la armonía y la fraternidad entre todos. Quisiera expresarles mi gratitud y mi estima. Podemos recordar también los numerosos gestos de solidaridad que cristianos y musulmanes han tenido hacia sus compatriotas de otras confesiones religiosas, acogiéndolos y defendiéndolos durante la última crisis en su país, pero también en otras partes del mundo.

Confiamos en que las próximas consultas nacionales den al país unos Representantes que sepan unir a los centroafricanos, convirtiéndose en símbolos de la unidad de la nación, más que en representantes de una facción. Los animo vivamente a trabajar para que su país sea una casa acogedora para todos sus hijos, sin distinción de etnia, adscripción política o confesión religiosa. La República Centroafricana, situada en el corazón de África, gracias a la colaboración de todos sus hijos, podrá dar entonces un impulso en esta línea a todo el continente. Podrá influir positivamente y ayudar a apagar los focos de tensión todavía activos y que impiden a los africanos beneficiarse de ese desarrollo que merecen y al que tienen derecho. 

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REDACCIÓN CENTRAL, 30 Nov. 15 (ACI).- Cada 30 de noviembre se celebra la Fiesta de San Andrés Apóstol, hermano de San Pedro y patrono de la Iglesia Ortodoxa. 

San Andrés nació en Betsaida, fue primero discípulo de Juan Bautista y luego siguió a Jesús. Es por intermedio de él que Pedro conoce al Señor.

San Andrés y Felipe son los que llevan unos griegos ante Jesús y es el mismo Andrés quien le hace saber a Cristo que había un muchacho que tenía unos panes y unos peces.

La tradición señala que después de Pentecostés, el apóstol San Andrés predicó en muchas regiones y que fue crucificado en Acaya, Grecia. Se dice que la cruz en la que murió tenía forma de “X”. De aquí surge la llamada “cruz aspada” o conocida  popularmente  como “cruz de San Andrés”.

San Andrés es el fundador de la Iglesia en Constantinopla, nombre antiguo de la actual ciudad de Estambul, en Turquía, donde el Papa Francisco, sucesor de San Pedro, en noviembre de 2014 se reunió con Bartolomé, el actual heredero de San Andrés, Patriarca de Constantinopla y líder de la Iglesia Ortodoxa.

Entre los objetivos del viaje estaba el reforzar el camino de la unidad de los cristianos ortodoxos y católicos, que se concretó con la firma de una declaración conjunta del Pontífice y el Patriarca.

Uno de los momentos más emotivos de aquella histórica visita papal fue en las vísperas de la Fiesta de San Andrés, cuando el Papa Francisco le pidió la bendición a Bartolomé y se inclinó ante él para recibirla. El Patriarca, quien en varias oportunidades llamó al Santo Padre "hermano", lo bendijo y le besó la cabeza.

Con un beso, Patriarca Ortodoxo Bartolomé bendice como hermano a #PapaFrancisco http://t.co/pUDVxXNIaI #PapaEnTurquía pic.twitter.com/OaH1m3IMdh

— ACI Prensa (@aciprensa) noviembre 30, 2014

Más información sobre el Apóstol en el especial de San Andrés.

BANGUI, 29 Nov. 15 (ACI).- El Papa Francisco alentó hoy a los jóvenes de la República Centroafricana a ser como el árbol del plátano porque siempre da vida y, sobre todo, porque tiene el don de la resistencia, una virtud necesaria ante la complicada situación del país que es considerado zona de guerra.

En la explanada de la Catedral de Bangui, el Santo Padre hizo este pedido luego de escuchar a Evans Demba, quien se dirigió al Pontífice en representación de los jóvenes congregados para la vigilia que siguió a la Misa que presidió el Papa.

Demba le dijo a Francisco que escogieron “el símbolo del árbol del plátano para representar a la juventud centroafricana en su diversidad (…) Este árbol necesita buenas raíces y ser bien conservado; y muere luego de madurar los frutos y de reproducir lo que asegura su reemplazo”.

El joven centroafricano, en cuyo país han muerto más de 6 mil personas a causa de la violencia de los rebeldes musulmanes, dijo al Papa que “muchos de nosotros estamos tentados a irnos de nuestro país para tener un mejor porvenir fuera” y preguntó: “¿Qué debemos hacer para que la paz y la prosperidad reinen en nuestro país?”

A la pregunta, Francisco respondió que “este árbol (del plátano) también nos habla de resistencia. Pienso que esto muestra claramente el camino que se les propone en este momento difícil de guerra, odio, división. Es el camino de la resistencia”.

“Decía vuestro amigo que algunos de ustedes quieren irse de aquí. Huir de las pruebas de la vida nunca es una solución. Es necesario resistir, tener el coraje de la resistencia, de la lucha por el bien. Quien huye no tiene el coraje o el valor para dar vida”.

El Papa afirmó luego que “el árbol del plátano da vida y sigue reproduciéndose, sigue dando vida porque resiste, porque permanece, porque está allí. Algunos de ustedes me harán una pregunta. Pero padre, ¿qué cosa podemos hacer? ¿Cómo se hace para resistir?”

El amor, el perdón, la paz y sobre todo la oración

A la pregunta, el Santo Padre explicó que lo primero que se necesita es “la oración. La oración es poderosa. La oración vence al mal. La oración te acerca a Dios, el Todopoderoso. Yo les hago una pregunta: ¿ustedes rezan? (todos contestan “Sí”) No escucho. No la olviden”.

En segundo lugar es necesario ser “artesanos de paz” y para ello se debe vivir perdonando> “nada de odio, mucho perdón. ¿Lo decimos juntos?” (Todos repiten)

“Y si tú no tienes odio en tu corazón, si perdonas, serás un vencedor. Porque serás vencedor de la batalla más difícil de la vida: vencedor del amor. Y por el amor viene la paz. ¿Quieren ser derrotados o vencedores en la vida? ¿Qué cosa quieren?” (El intérprete le dice al Papa: El pueblo dice que queremos ser de los que vencen).

Francisco aseguró luego que “solo se vence en el camino del amor. El camino del amor. ¿Y se puede amar al enemigo? Sí. ¿Se puede perdonar a quien nos ha hecho mal? Sí”.

El Papa les dijo a los jóvenes que estaba contento por encontrarlos y los animó a confiarse a Dios “porque Él es misericordioso, Él es amor, Él es capaz de darnos la paz. Y por esto he dicho al inicio que recemos. Es necesario rezar para resistir, para amar, para no odiar, para ser artesanos de paz”.

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BANGUI, 29 Nov. 15 (ACI).- Luego de celebrar la Misa en la Catedral de Bangui, el Papa Francisco salió al atrio del templo y desde allí dirigió unas sentidas palabras improvisadas en italiano a los jóvenes presentes en la explanada. A continuación el texto completo de su saludo luego del testimonio de uno de los asistentes:

Queridos jóvenes, los saludo con todo afecto.

Nuestro amigo que ha hablado a nombre de todos, ha dicho que vuestro símbolo es el árbol del plátano porque es un símbolo de vida: siempre crece, siempre se reproduce, siempre da los frutos con mucha energía alimentaria.

Este árbol también nos habla de resistencia. Pienso que esto muestra claramente el camino que se les propone en este momento difícil de guerra, odio, división. Es el camino de la resistencia.

Decía vuestro amigo que algunos de ustedes quieren irse de aquí. Huir de las pruebas de la vida nunca es una solución. Es necesario resistir, tener el coraje de la resistencia, de la lucha por el bien. Quien huye no tiene el coraje o el valor para dar vida.

El árbol del plátano da vida y sigue reproduciéndose, sigue dando vida porque resiste, porque permanece, porque está allí. Algunos de ustedes me harán una pregunta. Pero padre, ¿qué cosa podemos hacer? ¿Cómo se hace para resistir?

Yo les digo ahora dos o tres cosas que tal vez serán útiles para que ustedes puedan resistir.

Primero que nada, la oración. La oración es poderosa. La oración vence al mal. La oración te acerca a Dios, el Todopoderoso.

Yo les hago una pregunta: ¿ustedes rezan? No escucho. No la olviden.

Segundo: trabajen por la paz porque la paz no es un documento que se firma y que se queda ahí. La paz se hace todos los días. Y la paz es un trabajo artesanal, se hace con las manos.

Se hace con la propia vida. Y alguno me puede decir, ¿Padre, cómo puedo ser yo artesano de la paz?

En primer lugar, no odien nunca. Y si uno te hace mal, busca perdonarlo. Nada de odio, mucho perdón. ¿Lo decimos juntos? (Todos repiten)

Y si tú no tienes odio en tu corazón, si perdonas, serás un vencedor. Porque serás vencedor de la batalla más difícil de la vida: vencedor del amor. Y por el amor viene la paz. ¿Quieren ser derrotados o vencedores en la vida? ¿Qué cosa quieren?

(El intérprete le dice al Papa: El pueblo dice que queremos ser de los que vencen)

Solo se vence en el camino del amor. El camino del amor. ¿y se puede amar al enemigo? Sí. ¿Se puede perdonar a quien nos ha hecho mal? Sí.

Así, con el amor y el perdón ustedes serán vencedores. Con el amor serán vencedores en la vida y darán vida siempre. Con el amor nunca serán derrotados. Ahora les deseo un buen trabajo. Piensen en el árbol del plátano. Piensen en la resistencia ante las dificultades.

Huir, irse lejos, no es una solución.

Ustedes deben ser valientes. ¿Han comprendido qué significa tener coraje? Tener coraje en el perdón, tener coraje en el amor, tener coraje para hacer la paz. ¿De acuerdo? ¿Lo decimos juntos? Tener coraje, ser valientes en el amor, en el perdón y en la paz.

Queridos jóvenes centroafricanos, estoy muy contento de encontrarlos. Hoy hemos abierto esta puerta. Esto simboliza la Puerta de la Misericordia de Dios. Confíense a Dios porque Él es misericordioso, Él es amor, Él es capaz de darnos la paz. Y por esto he dicho al inicio que recemos. Es necesario rezar para resistir, para amar, para no odiar, para ser artesanos de paz.

Muchas gracias por vuestra presencia. Ahora iré adentro a escuchar las confesiones de algunos de ustedes. ¿Están dispuestos a resistir? ¿Sí o no? ¿Están dispuestos a luchar por la paz? ¿Están dispuestos a perdonar? ¿Están dispuestos a la reconciliación? ¿Están dispuestos a amar esta bella patria? (A todas las preguntas los jóvenes responden “Sí”)

Y vuelvo al inicio. ¿Están dispuestos a rezar? Ahora les pido rezar por mí para que pueda ser un buen obispo, para que pueda ser un buen Papa. ¿Me prometen que rezarán por mí? (Todos responden “Sí”).

Y ahora les doy la bendición. A ustedes y a sus familias, una bendición pidiendo al Señor que nos dé el amor y la paz. Dios Todopoderoso los bendiga en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Buenas noches y recen por mí.

BANGUI, 29 Nov. 15 (ACI).- En la homilía de la Misa que presidió esta noche en la Catedral de Bangui en la República Centroafricana, el Papa Francisco afirmó que el amor de Cristo es invencible y que no retrocede ante nada, ni ante “la tierra en llamas” o “el mar embravecido”.

Así lo indicó el Santo Padre al explicar cómo es la salvación de Dios, al iniciarse hoy el tiempo del Adviento que es la preparación para la Navidad, ante cientos de personas en la Catedral cuya Puerta Santa abrió hoy.

El Papa explicó que “la salvación de Dios proclamada tiene el carácter de un poder invencible que vencerá sobre todo”, algo que todo cristiano está llamado a testimoniar.

El Santo Padre dijo luego que “Jesús, también en medio de una agitación sin precedentes, quiere mostrar su gran poder, su gloria incomparable, y el poder del amor que no retrocede ante nada, ni frente al cielo en convulsión, ni frente a la tierra en llamas, ni frente al mar embravecido. Dios es más fuerte que cualquier otra cosa”.

Haciendo alusión al terrible conflicto que se vive en la República Centroafricana, el Pontífice indicó que esa “convicción da al creyente serenidad, valor y fuerza para perseverar en el bien frente a las peores adversidades. Incluso cuando se desatan las fuerzas del mal, los cristianos han de responder al llamado de frente, listos para aguantar en esta batalla en la que Dios tendrá la última palabra. Y esta será una palabra de amor y de paz”.

El Papa Francisco hizo además un llamado a “todos los que empuñan injustamente las armas de este mundo: Depongan estos instrumentos de muerte; ármense más bien con la justicia, el amor y la misericordia, garantías de auténtica paz”.

Inmediatamente se dirigió a los presentes y dijo: “discípulos de Cristo, sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos comprometidos en este país que lleva un nombre tan sugerente, situado en el corazón de África, y que está llamado a descubrir al Señor como verdadero centro de todo lo que es bueno: la vocación de ustedes es la de encarnar el corazón de Dios en medio de sus conciudadanos”.

El Papa dijo también que llega a este país africano “a ofrecerles la fuerza y el poder de Dios que curan al hombre, lo levantan y lo hacen capaz de comenzar una nueva vida, ‘cruzando a la otra orilla’”.

El Santo Padre explicó que los cristianos están llamados a ser perfectos como el Padre y que una exigencia fundamental de ella es “el amor a los enemigos, que nos previene de la tentación de la venganza y de la espiral de las represalias sin fin. Jesús ha insistido mucho sobre este aspecto particular del testimonio cristiano. Los agentes de evangelización, por tanto, han de ser ante todo artesanos del perdón, especialistas de la reconciliación, expertos de la misericordia”.

El Papa dijo asimismo que en las lecturas de la liturgia de hoy “la felicidad prometida por Dios se anuncia en términos de justicia. El Adviento es el tiempo para preparar nuestros corazones a recibir al Salvador, es decir el único Justo y el único Juez que puede dar a cada uno la suerte que merece”.

“Aquí, como en otras partes, muchos hombres y mujeres tienen sed de respeto, de justicia, de equidad, y no ven en el horizonte señales positivas. A ellos, Él viene a traerles el don de su justicia. Viene a hacer fecundas nuestras historias personales y colectivas, nuestras esperanzas frustradas y nuestros deseos estériles. Sí, Dios es Justicia. Por eso nosotros, cristianos, estamos llamados a ser en el mundo los artífices de una paz fundada en la justicia”.

El Papa resaltó que esta salvación que se espera del Señor, “tiene también el sabor del amor. En efecto, preparándonos a la Navidad, hacemos nuestro de nuevo el camino del pueblo de Dios para acoger al Hijo que ha venido a revelarnos que Dios no es sólo Justicia sino también y sobre todo Amor. Por todas partes, y sobre todo allí donde reina la violencia, el odio, la injusticia y la persecución, los cristianos estamos llamados a ser testigos de este Dios que es Amor”.

Francisco alentó luego a los presentes a vivir las virtudes cristianas heroicamente e hizo votos para que “el Señor nos afiance y nos haga presentarnos ante «Dios nuestro Padre santos e irreprochables en la venida de nuestro Señor Jesús con todos sus santos» (1 Ts 3,13). Reconciliación, perdón, amor y paz. Amén”.

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TEXTO Y VIDEO: Homilía del Papa en la Misa con sacerdotes y religiosas en Bangui https://t.co/fY9dgZSdI1

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BANGUI, 29 Nov. 15 (ACI).- Tras enterarse de la muerte  de varias personas esta mañana en un barrio de Bangui (República Centroafricana), el Papa Francisco expresó su deseo de visitar la zona -algo que no estaba previsto en el programa- pero el Nuncio Apostólico le advirtió que era mejor no ir al lugar porque es muy peligroso. 

Así lo reveló el Obispo de Bangassou, Mons. Juan José Aguirre, en declaraciones a la cadena española COPE, en el marco del almuerzo de los obispos centroafricanos con el Santo Padre.

El Prelado pidió a todos oraciones por esta nación, tras los lamentables hechos en donde murieron algunas personas en el barrio de Fátima en la capital.

-Ob. Aguirre: "Santo Padre, han matado a 3 hoy en la parroquia de Fátima" -Papa (al nuncio): "Puedo ir?" -Nuncio: NO https://t.co/qhQLfcfBQ5

— Paloma Gª Ovejero (@pgovejero) noviembre 29, 2015

El Obispo narró que “esta mañana con toda la alegría que había en Bangui, con toda la alegría desbordada… a un kilómetro y medio (del lugar donde el Papa almorzó con los obispos) han matado a tres personas en el barrio de Fátima”.

“Yo he estado con el Papa y le dicho: Santidad, esta mañana mataron a tres personas en ese barrio donde hay una parroquia cercana, donde hay tres (misioneros) combonianos, donde hay 500 personas desplazadas”.

Tras oír el relato, prosiguió el Obispo, “el Papa le ha dicho enseguida al Nuncio: ‘¿puedo ir, puedo ir, puedo ir?’ Y el Nuncio le ha dicho: ‘no Santidad, es muy peligroso’”.

El Santo Padre celebra ahora la Misa con los sacerdotes, religiosos y catequistas del país y luego presidirá una vigilia de oración, luego de haberse convertido en el primer Pontífice en abrir una Puerta Santa fuera de Roma, en ocasión del Año Santo de la Misericordia.

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BANGUI, 29 Nov. 15 (ACI).- Aunque el Año de la Misericordia se iniciará oficialmente el 8 de diciembre, el Papa Francisco abrió la Puerta Santa de la Catedral de Bangui en la República Centroafricana como un importante gesto para alentar la paz en este país y el mundo. Es la primera vez que un Pontífice realiza este gesto fuera de Roma y en un templo distinto a las basílicas papales de la Ciudad Eterna.

Antes de iniciar la Misa con los sacerdotes, religiosos y catequistas de la República Centroafricana, y en medio de un ambiente de fiesta, el Papa abrió la Puerta Santa ante la multitud reunida en la explanada de la Catedral.

El Santo Padre dijo antes de abrir la Puerta Santa que “en esta tierra sufriente también están todos los países del mundo que están pasando por la cruz de la guerra. Bangui se convierte en la capital espiritual del mundo”.

“Todos nosotros pedimos paz, misericordia, reconciliación, perdón, amor. En toda la República Centroafricana y en todos los países del mundo que sufren la guerra, pidamos la paz. Y todos juntos pidamos amor y paz. Pidamos juntos”.

El pedido del Pontífice resonó entre la multitud que coreaba el pedido de paz en la lengua nativa de la región.

Francisco abrió la Puerta Santa que solo se abre cuando se celebra un Jubileo o un Año Santo, como el de la Misericordia que él ha convocado desde el 8 de diciembre de este año hasta el 20 de noviembre del próximo.

Por su viaje a África decidió abrir la Puerta Santa de esta Catedral como un llamado a todo el mundo a vivir la paz como don de Dios.

El 1 de noviembre durante el rezo del Ángelus en Roma, el Santo Padre afirmó que “para manifestar la cercanía orante de toda la Iglesia a esta nación así afligida y atormentada y para exhortar a todos los centroafricanos a ser siempre testimonio de misericordia y de reconciliación, el domingo 29 de noviembre tengo el ánimo de abrir la Puerta Santa de la Catedral de Bangui, durante el Viaje Apostólico que espero poder realizar en esa nación”.

BANGUI, 29 Nov. 15 (ACI).- El Papa Francisco señaló esta tarde (hora local) que ante la violencia y el odio ciego que el demonio desencadena y que genera tanto sufrimiento como en la República Centroafricana, se hace más urgente que los cristianos anuncien la alegría del Evangelio.

En la sede de la Facultad de Teología Evangélica de Bangui (FATEB) y ante unas 400 personas, el Santo Padre afirmó que “todos estamos aquí para servir al mismo Señor resucitado, que nos congrega hoy; y, gracias al mismo Bautismo recibido, estamos invitados a anunciar la alegría del Evangelio a los hombres y mujeres de este querido País de Centroáfrica”.

En el encuentro con las comunidades evangélicas de esta nación africana muy golpeada por la guerra, el Papa destacó que el sufrimiento “hace que el anuncio del Evangelio sea más necesario y urgente porque es la carne del mismo Cristo quien sufre en sus miembros predilectos: los pobres de su pueblo, los enfermos, los ancianos y los abandonados, los niños huérfanos o que han sido abandonados a su suerte, sin guía y sin educación”.

Tras señalar que “Dios no hace distinción entre los que sufren. A esto lo he llamado con frecuencia el ecumenismo de la sangre”, el Papa afirmó que “todas nuestras comunidades sin distinción sufren a causa de la injusticia y el odio ciego que el demonio desencadena”.

Luego de resaltar que “en este difícil contexto, el Señor no deja de enviarnos a manifestar a todos su ternura, su compasión y misericordia”, el Pontífice alentó a la unidad y explicó que “la división de los cristianos es un escándalo, porque es ante todo contraria a la voluntad del Señor. Es también un escándalo frente al odio y la violencia que desgarra a la humanidad, frente a las numerosas contradicciones que se alzan contra el Evangelio de Cristo”.

Para concluir, el Papa Francisco animó a que “con ánimo siempre creciente y con vistas a la plena comunión que anhelamos, añadan a la perseverancia y a la caridad el servicio de la plegaria y de la reflexión en común, en búsqueda de un mejor conocimiento recíproco, de una mayor confianza y amistad”.

BANGUI, 29 Nov. 15 (ACI).- El Papa Francisco dijo a su llegada a la República Centroafricana que “vengo como peregrino de la paz, y me presento como apóstol de la esperanza”.

Luego de llegar a la Bangui, capital de República Centroafricana, el Papa mantuvo un encuentro con las autoridades del estado y la clase dirigente del país en el Palacio Presidencial. A ellos les pidió intensificar los esfuerzos para lograr la paz y articuló su discurso sobre tres temas: unidad, dignidad, trabajo.

“En este momento en que la República Centroafricana se encamina, poco a poco y a pesar de las dificultades, hacia la normalización de su vida social y política, piso por primera vez esta tierra, siguiendo los pasos de mi predecesor san Juan Pablo II”.

En referencia a las elecciones que se celebrarán próximamente, el Pontífice señaló que “deseo ardientemente que las diferentes consultas nacionales, que se celebrarán en las próximas semanas, permitan al país entrar con serenidad en una nueva etapa de su historia”.

Señaló que todos los habitantes del país necesitan “unidad, dignidad, trabajo”:

Unidad: “Es un valor fundamental para la armonía de los pueblos. Se ha de vivir y construir teniendo en cuenta la maravillosa diversidad del mundo circundante, evitando la tentación de tener miedo de los demás, del que no nos es familiar, del que no pertenece a nuestro grupo étnico, a nuestras opciones políticas o a nuestra religión”. El Papa también dijo que requiere “crear y promover una síntesis de la riqueza que cada uno lleva consigo”.

Dignidad: Es “sinónimo de honestidad, lealtad, bondad y honor” y “caracteriza a los hombres y mujeres conscientes de sus derechos y de sus deberes, y que lleva al respeto mutuo”. “Hay que hacer lo que sea para salvaguardar la condición y dignidad de la persona humana”, señaló. “El que tiene los medios para vivir una vida digna, en lugar de preocuparse por sus privilegios, debe tratar de ayudar a los pobres para que puedan acceder también a una condición de vida acorde con la dignidad humana, mediante el desarrollo de su potencial humano, cultural, económico y social”.

“El acceso a la educación y a la sanidad, la lucha contra la desnutrición y el esfuerzo por asegurar a todos una vivienda digna, ha de tener un puesto principal en un plan de desarrollo que se preocupe de la dignidad humana”.

Trabajo: Francisco explicó que “el esfuerzo de los padres pone de manifiesto su amor por los hijos”. A los centroafricanos les dijo que pueden “mejorar esta maravillosa tierra, usando con responsabilidad sus múltiples recursos” y les pidió usar con responsabilidad estos recursos. “La construcción de una sociedad próspera debe ser una obra solidaria”, añadió.

Además, destacó que las autoridades públicas “deben ser las primeras que han de encarnar en sus vidas con coherencia los valores de la unidad, la dignidad y el trabajo, y ser un ejemplo para sus compatriotas”.

El Papa recordó que la Iglesia está comprometida con estos valores y mencionó a los “pioneros de la evangelización”.

“Junto a ellos, renuevo el propósito de esta Iglesia particular de contribuir cada vez más a la promoción del bien común, especialmente a través de la búsqueda de la paz y la reconciliación”.

“No me cabe duda de que las autoridades centroafricanas, actuales y futuras, se esforzarán sin descanso para garantizar a la Iglesia unas condiciones favorables para el cumplimiento de su misión espiritual”, añadió.

Por último el Santo Padre reconoció los esfuerzos de la Comunidad internacional que trabajan por la paz. “Les animo fervientemente a que sigan avanzando todavía más en el camino de la solidaridad, con la esperanza de que su compromiso, unido al de las Autoridades centroafricanas, sirva para que el país progrese, sobre todo en la reconciliación, el desarme, la preservación de la paz, la asistencia sanitaria y la cultura de una buena gestión en todos los ámbitos”. 

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TEXTO: Discurso del Papa en encuentro con la clase dirigente y con el Cuerpo Diplomático https://t.co/3jn9gstVHH

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