El Cardenal Sean O’Malley, Arzobispo de Boston y miembro del Consejo de Cardenales que colabora con el Papa Francisco en la reforma de la Curia Vaticana, afirmó que el Camino Neocatecumenal es una gracia para la Iglesia.
Así lo indicó el también presidente de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores el lunes 28 de enero en el Encuentro Vocacional del Camino Neocatecumenal que se realizó en el Estadio Rommel Fernández en Panamá, un día después de la conclusión de la Jornada Mundial de la Juventud.
Fotos: Prensa Camino Neocatecumenal
Tras felicitar al iniciador del Camino Neocatecumenal, Kiko Argüello, que cumplió 80 años el 9 de enero, el Cardenal O’Malley afirmó que la conversión del primero “ha permitido a su vez la conversión de muchísimas personas y estamos muy agradecidos por su vocación y por el Camino Neocatecumenal, que es una gracia especial para la Iglesia”.
“Kiko es un trovador de Dios como su patrón San Francisco, que con su música y arte ayuda a descubrir la belleza del amor de Dios presente en nuestras vidas. Pero lo más importantes es la respuesta radical a su llamada a recibir a Jesús como discípulo”, destacó.
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”Este es un encuentro providencial y va a cambiar la vida de muchos de vosotros. Vuestra vida se va a transformar en una aventura: la aventura de ayudar a Jesucristo a salvar esta generación”, dijo por su parte Argüello en el encuentro.
“La gente hoy no escucha porque tiene el oído cerrado. No le interesa nada de la religión, y por eso necesitamos abrir el oído de esta generación”. “El Señor nos da el poder de amar al otro en una nueva dimensión, en la dimensión de la cruz”, añadió.
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El P. Mario Pezzi, uno de los responsables internacionales del movimiento eclesial, alentó a su vez a los participantes a responder a Jesús: “Si alguno siente la llamada de Dios al presbiterado, a la vida consagrada o a la evangelización, es un don que os hace el Señor. ¡No tengáis miedo!”.
En el encuentro, indica una nota del Camino Neocatecumenal, participaron 25 mil personas, de las cuales casi 13 mil eran de América Latina.
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La nota también resalta que en total fueron 700 jóvenes y 650 muchachas las que expresaron su interés por seguir un camino de vida consagrada en la Iglesia. Otras 600 familias también expresaron su disposición a convertirse en misioneras en distintos lugares del mundo.
En el evento también participó Mons. Domingo Ulloa, Arzobispo de Panamá y anfitrión de la JMJ, quien dijo a los presentes: “No me canso de repetir que la transformación de este mundo, de la Iglesia solo puede venir de vosotros, los jóvenes. Ustedes son el presente de la humanidad y de la Iglesia”.
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