En este sentido, se disculpó “por las veces que las noticias que me preocupan de diverso modo os han alejado de vuestras familias, de jugar con vuestros hijos” y también de pasar tiempo con sus maridos o esposas.
Según el Pontífice, este encuentro es “una ocasión para reflexionar sobre la fatigosa tarea del vaticanista de contar el camino de la Iglesia, de construir puentes de conocimiento y comunicación en lugar de surcos de división y desconfianza”.
Más tarde, recordó las palabras del veterano vaticanista del diario italiano Corriere della Sera, Luigi Accattoli, quien resaltó que, al frente de este trabajo, es posible aprender “el arte de buscar y contar historias de vida, que es una forma de amar al hombre”.
Citando a San Pablo VI, el Pontífice señaló que un periodista del Vaticano “no debe guiarse, como a veces sucede, por los criterios que clasifican las cosas de la Iglesia según categorías profanas y políticas, que no se adaptan a las cosas mismas, es más, a menudo las deforman, sino que deben tener en cuenta lo que verdaderamente informa la vida de la Iglesia, es decir, sus fines religiosos y morales y sus cualidades espirituales características”.
Publicar un comentario