En un mensaje difundido en sus redes sociales, Mons Munilla señalaba: “Ciertamente, ésta es la única conclusión posible: La Iglesia bendice al pecador, no al pecado. Y le bendice, llamándole a la conversión. Es contraria a la tradición de la Iglesia la bendición de las parejas que viven en situación de pecado”.
En este sentido, también manifestaba su parecer sobre la oportunidad de la publicación de Fiducia supplicans: “Esto es exactamente lo que dijo el Dicasterio de la Doctrina de la Fe en el año 2021. Es por ello que no se entiende la necesidad de la posterior declaración (reiteradamente matizada desde su publicación, por cierto)”.
El Prelado reiteró su vaticinio sobre la aplicación “caótica” de la Declaración del DDF: “Lo triste es que, previsiblemente, la aplicación de Fiducia Supplicans no va a seguir esta lectura última del Papa Francisco, sino que cada cual la aplicará desde su sensibilidad o ideología, generando así una notable herida en la comunión de la Iglesia…”.
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