Sin embargo, lamentan que “desde el plató del programa y desde su web se acusara a la Casa Sacerdotal de ser ‘la casa sacerdotal de los horrores’”, una afirmación que consideran “injusta para todos los que allí residen, trabajan y conviven”, motivo por el cual “se solicitó, durante la conexión en directo del programa, la retirada de ese desafortunado titular”.
La Archidiócesis enfatiza en el comunicado que “los trabajadores cumplen con la legalidad vigente y están comprometidos con una rigurosa tarea asistencial”, mientras que “los residentes viven en familia haciendo de la Casa Sacerdotal su propio hogar”.
El Arzobispado defiende además que la Casa sacerdotal “goza del afecto y cuidado de toda la Archidiócesis de Sevilla, especialmente de su arzobispo y de todos cuantos han visto cómo desde su creación se ha convertido en referente en la atención a los sacerdotes, enfermos y sus familiares” y reitera su “apoyo incondicional al director y a todo el equipo humano que la atiende”.
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