“Y lo hace según el modelo de la realeza de Cristo, que consiste en servir, en dar generosamente, en pagar en persona, en la solidaridad con los pobres y excluidos. Realeza y minoridad son una sola cosa en Cristo, y san Francisco da testimonio de ello”, remarcó el Santo Padre.
A continuación, el Papa Francisco afirmó que “se es apóstol sobre todo con la propia humanidad, con esas virtudes humanas que describe el concilio Vaticano II: sinceridad, respeto de la justicia, fidelidad a la palabra dada, amabilidad, discreción, firmeza de ánimo, ponderación, rectitud”.
Por último, instó a los sacerdotes a ser fieles a su vocación y a evitar “dos tendencias muy difundidas hoy, “incluso entre los sacerdotes: la autorreferencialidad y la mundanidad”.
Publicar un comentario