Mons. Juan de Dios Peña, Obispo de la Diócesis de El Vigía-San Carlos del Zulia, en Venezuela, visitó recientemente la Diócesis de Córdoba (España), en donde le hicieron una breve entrevista.
Mons. Peña aseguró que se están viviendo en Venezuela “unos acontecimientos totalmente inéditos”. Según explicó, hasta diciembre de 2018 el pueblo venezolano estaba totalmente desesperanzado, “no se veía una posible salida”, sin embargo, luego que el 23 de enero el presidente del Parlamento, Juan Guaidó, fue proclamado presidente interino del país, “tenemos una luz que empieza a iluminar”.
“Sabemos que este proceso, esta transición no va a ser fácil porque en este momento el presidente Guaidó que es el presidente de la Asamblea Nacional y el presidente encargado de la República, tiene el apoyo de la Comunidad Internacional, tiene el apoyo mayoritario del pueblo, como lo pudieron seguir el 23 de enero, cuando él convocó a una gran marcha y en todas las ciudades del país salieron multitudes jamás vistas en Venezuela”, aseguró el Prelado.
Sin embargo, matizó que “sólo falta el apoyo de las fuerzas armadas a quienes él ha estado dirigiendo todo el tiempo un mensaje, incluso están preparando una ley de amnistía para facilitar el retorno de las fuerzas armadas para el apoyo popular”.
Mons. Peña explicó en la entrevista concedida a la web de la Diócesis de Córdoba, que durante los últimos días se ha agravado la persecución hacia los manifestantes, y hay muchos presos políticos.
“Lo más doloroso es que hay niños que están detenidos y que han pasado por encima de todas las leyes, pues nosotros tenemos una ley que favorece a los niños, niñas, adolescentes, y eso no se ha tomado en cuenta para nada”, destacó.
El Prelado también hizo referencia a la profanación de la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe cuando se estaba celebrando la Misa.
“Muchas imágenes fueron destruidas, mucha gente fue golpeada es decir, que en estos últimos días se ha acrecentado la violencia por parte del gobierno que todavía quiere sostener al presidente Maduro”, afirmó.
“Aun así, no perdemos la esperanza de que podamos superar estas dificultades”, declaró y también agradeció el apoyo de muchas personas que desde Europa rezan por este país.
“Eso nos llena de muchísima esperanza porque en el fondo sabemos que no estamos solos, que si bien tenemos una carga muy pesada que llevar, unas dificultades que superar, contamos con el apoyo espiritual y sobretodo de que ya conozcan la realidad de Venezuela”, subrayó.
Mons. Peña también explicó que si bien años atrás Venezuela era un país rico, en la actualidad “la gente se está muriendo por falta de alimentación, hay niños desnutridos que no van a la escuela porque se desmayan por el hambre, hay muchas personas que están falleciendo porque no hay medicamentos en los hospitales, es una situación muy difícil”.
“Sólo esperamos que esta luz que se está viendo al final del túnel, esta oportunidad que se nos está presentando y que muchos lo ven como Dios que nos tiende la mano para salir adelante, realmente nos pueda llevar a construir ese país que todos deseamos”, aseguró.
En relación con el trabajo que la Iglesia ha desarrollado en Venezuela, Mons. Peña explicó que la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) ha sido muy clara desde siempre en sus documentos con “una postura muy firme”.
Según explica, durante los primeros días del mes de enero la CEV estuvo reunida y presentó un documento en el que “fuimos claros con respecto a que sólo reconocemos a la Asamblea Nacional, vemos al presidente Maduro como ilegítimo, porque previamente no habíamos reconocido las elecciones donde él se reelige”.
Además precisó que “la postura de la Iglesia que siempre es esperada por la feligresía, realmente también creó ese ambiente de ánimo, de esperanza, porque nuestros feligreses sienten que no están solos”. Además muchas de las marchas del 23 de enero estuvieron “encabezadas por los obispos, por muchos sacerdotes y laicos comprometidos”.
“Yo lamentablemente estaba fuera por compromisos pastorales, pero en Roma me uní a una especie de jornada de oración que se hizo y que concluyó con una breve concentración en la Plaza de San Pedro, y en el fondo, aunque uno está fuera, su corazón en espíritu está dentro. De hecho, yo les envíe un mensaje a mis sacerdotes para que el 23 de enero acompañaran a la gente”, explicó.
Mons. Peña también explicó que el Papa Francisco ha pedido en numerosas ocasiones mantenerse “cercanos al pueblo” y nos agradeció “la resistencia” y “la constancia” de los Obispos.
“Ciertamente la Iglesia y los grupos de apostolado, los laicos, han estado muy presentes en esta lucha que no es una lucha de fuerzas, nosotros consideramos que esto es una lucha espiritual, de mucha oración pero sobre todo, de mucho testimonio”, afirmó el Prelado.
También agradeció a Cáritas Internacional “todas las ayudas que han dado a todos los emigrantes”, pero también a la Cáritas nacional que gracias a su ayuda “hemos podido ayudar a muchos hermanos nuestros sobre todo en el tema de salud y un poco en el tema de la alimentación”.
Aunque esperaban que el Gobierno de España respondiera de la misma manera que hizo Estados Unidos o Canadá, España se ha pronunciado de manera favorable al respecto aún, pero no ha realizado un reconocimiento oficial.
Mons. Peña pidió especialmente ayudar al pueblo venezolano “con la oración”. También explicó que cuando los Obispos de Venezuela visitan Europa vuelven con las maletas llenas de “medicamentos que nos dan muchas personas”.
Recordó que cuando se abra el canal humanitario “vamos a necesitar la ayuda sobre todo de medicinas porque necesitamos mucho para poder atender las emergencias porque es triste ver cómo la mayor parte de los niños menores de cinco años ya están en grado alarmante de desnutrición. Y todos sabemos que eso es irrecuperable”.
Sin embargo se mostró esperanzado de “poder salvar a muchas de esas criaturas” e insistió en que esperan “la ayuda humanitaria porque no vivimos una crisis sino que vivimos una emergencia humanitaria y eso, es bueno que se sepa”.
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