Durante el vuelo de regreso a Roma, luego de haber participado en la Jornada Mundial de la Juventud realizada en Panamá, el Papa Francisco concedió una rueda de prensa en la que respondió preguntas sobre Venezuela, los migrantes, el encuentro de febrero con los presidentes de los episcopados para tratar los casos de abusos sexuales, entre otros temas.
A continuación el texto completo de la rueda de prensa:
Alessandro Gisotti, Director Interino de la Sala de Prensa de la Santa Sede:
Buenas noches, Santo Padre tenemos todavía en el oído el grito “la juventud del Papa”, la juventud de Jesucristo, que decía Mons. Ulloa, esta alegría grande, días intensos que han dado tanta energía y lo hemos visto en su rostro, la alegría de este encuentro, así como también en la alegría de los jóvenes.
He traído algo que muchos de los periodistas, casi todos, conocen, no será un documento que entra en el magisterio del Papa, pero que a usted le gusta mucho. Esta canción en contra del bullismo, elemento presente del dolor; así como la alegría que vimos en muchas ocasiones… Una imagen que me ha tocado mucho: cuando pasaba con el papamóvil los jóvenes se abrazaban, compartir la alegría, lección para nosotros los adultos, cuando los jóvenes son felices comparten la alegría, no se la guardan. Usted ha tenido también, entre las muchas sorpresa que ha tenido en estos días, un encuentro con UNICEF precisamente en los momentos antes de la despedida en la Nunciatura. No sé si antes de dar la palabra a los periodistas quiere dar alguna palabra de saludo.
Papa Francisco:
Buenas tardes, y después, buen descanso, porque seguro que todos están cansados después de este viaje así de fuerte. Gracias por su trabajo. También para mí fueron cosas que no imaginaba. Sorpresas. Como esta chica, que comentó Gisotti, de esta chica de 16 años de Honduras, víctima del bullying, que ha cantado con una voz bellísima y ha escrito ella esta canción, y también el encuentro antes de salir de la Nunciatura con gente de UNICEF de Centroamérica, con el testimonio de dos chicas y de aquellos que trabajan con ellos. Escuché cosas que tocan el corazón. Ha sido un viaje fuerte, la palabra a ustedes.
Gisotti:
Un viaje que tiene tantos viajes dentro.Les pido permanecer en el tema de este gran viaje que ha representado a todo el mundo por medio de los jóvenes que estaban presentes. La primera palabra va a la prensa local, a Panamá. Edwin Cabrera Uribe de Radio Panamá hace dos preguntas a nombre de todo el grupo de periodistas panameños.
Edwin Cabrera Uribe – Radio Panamá:
Santo Padre primero lo primero, muchas gracias. En nombre de mis seis compañeros y el mío como panameños lo que usted nos ha regalado a los panameños es muy grande.
La pregunta, Santo Padre:
Usted habló hoy a los voluntarios sobre que han de vivir una misión. Usted les dijo hoy: ustedes ahora saben cómo palpita el corazón cuando se vive una misión. La pregunta es: ¿Y la misión del Papa Francisco en Panamá? ¿Qué le impactó? ¿Qué le movió? ¿Cumplió el Papa Francisco la misión en la JMJ centroamericana? Porque fue en Panamá, pero desde Polonia se dijo que era centroamericana. Y en el camino Santo Padre tenemos una misión pendiente con Nicaragua, me da la impresión.
Papa Francisco:
Mi misión en una Jornada de la Juventud es la misión de Pedro, confirmar en la fe. Y eso no con mandatos fríos, o preceptivos, sino dejándome tocar el corazón y respondiendo lo que ahí venía. Yo no concibo, porque en mí lo vivo así, me cuesta pensar que alguien pueda cumplir una misión solo con la cabeza. Osea, para cumplir una misión hay que sentir. Y cuando sentís, te golpean.
Te golpea la vida, te golpean los problemas. Estaba en el aeropuerto despidiéndome del presidente, y trajeron a un chico, un negrito simpático, azabache. Chiquito así. Y me dijo: este chico estaba pasando la frontera de Colombia. La madre muerta, quedó solo. No sé, qué tendría, 5 años. Es de África, pero no sabemos de qué país, porque no habla ni el inglés, ni el portugués, ni el francés…, bueno habla la lengua tribal. Y lo adoptamos un poco nosotros, me dice. Y el chico muy fresco, se movía muy bien. Pero el drama de un chico abandonado por la vida, porque su mamá murió ahí. Y un policía lo entregó a las autoridades para que se hicieran cargo. Eso te abofetea, y eso hace que la misión empiece a tener color. Que vos podrás decir algo, acariciarlo..., no es una razón.
La misión siempre te involucra. Al menos a mí me involucra. Será porque soy tano, y me sale de adentro. Me involucra. Les digo siempre a los jóvenes: ustedes lo que tienen que hacer en la vida, lo tienen que hacer caminando y con los tres lenguajes: el de la cabeza, el del corazón y el de la mano. Y los tres lenguajes armónicos. De tal manera que piensan lo que sienten y lo que hagan, sientan lo que piensan y lo que hacen, hagan lo que sientan y piensan, etc.
Yo no sé hacer un balance de la misión. Yo con todo esto siempre voy a la oración, y me quedo allí, delante del Señor. A veces me duermo delante del Señor, pero llevando todas estas cosas que he vivido en la misión. Y le pido que Él confirme en la fe a través de mí. Esto es cómo confirmo la misión del Papa, y cómo la vivo yo. Hubo casos, por ejemplo, que se plantearon algunas dificultades de tipo dogmática. Y a mí no me sale contestarle sólo la razón, me sale actuar de otra manera.
Edwin Cabrera Uribe – Radio Panamá:
¿La JMJ panameña llenó sus expectativas?
Papa Francisco:
Sí, evidentemente. El termómetro de si un viaje llena las expectativas es el cansancio. Y estoy “refiltrado”.
Edwin Cabrera Uribe – Radio Panamá:
Y finalmente, Santo Padre, hay un problema que es común en todo Centroamérica incluyendo Panamá y buena parte de Latinoamérica. Embarazos de niñas, de jóvenes. Embarazos precoces... Solamente en Panamá hubo 10 mil y tantos el año pasado, y en Centroamérica no ha sido diferente. Los detractores de la Iglesia Católica responsabilizan a la Iglesia porque se oponen a que se dé educación sexual… La Iglesia Católica tiene muchas escuelas en Latinoamérica y universidades. Me gustaría conocer la opinión del Papa Francisco sobre la educación sexual.
Papa Francisco:
Yo creo que en las escuelas hay que dar educación sexual. El sexo es un don de Dios. No es el cuco. Es el don de Dios para amar. Que algunos te lo usan para ganar plata, para explotar a otros, es otro problema. Pero hay que dar educación sexual. Objetiva, como es sin colonizaciones ideológicas. Porque si de entrada le das una educación sexual llena de colonizaciones ideológicas destruís a la persona. El sexo como don de Dios necesita ser educado. No con rigidez. Educar es sacar lo mejor de la persona, acompañarlo en el camino. El problema es en los responsables de la educación, ya a nivel nacional, provincial o de cada unidad escolar, qué maestros escogen para esto o qué libros de texto, etcétera. Yo vi cualquier verdura de estos. Hay cosas realmente que maduran, y cosas que hacen daño. Pero creo que eso…, no sé si es objetivo o no que no haya educación sexual en Panamá. Yo digo esto sin meterme en el problema político en Panamá: tiene que haber educación sexual en los chicos. Lo ideal es que empiecen en la casa, con los padres. No siempre es posible por tantas situaciones en las familias, o porque no saben cómo hacerlo. Entonces es la escuela que suple eso, porque si no, se crea un vacío que lo va a llenar cualquier ideología.
Gisotti:
Santo Padre, le dirige ahora la pregunta Javier Martínez Brocal, de Rome Reports.
Javier Martínez Brocal - Rome Reports:
Santo Padre, quería darle primero la enhorabuena porque ha marcado un record, en cuatro días se ha hecho panameño. Han bastado sólo cuatro días para llevarse el corazón de Panamá. Quería hacerle una pregunta. Usted estos días ha hablado con muchas personas, con muchos chicos. Seguramente también ha hablado con jóvenes que se han alejado de la Iglesia o que se encuentran en dificultades. Según usted, ¿cuál es la dificultad que encuentran los jóvenes? ¿Cuáles son los motivos que los alejan de la Iglesia? Gracias.
Papa Francisco:
Son tantos … Algunos son personales. Pero el más general, creo que el primero, es la falta de testimonio de los cristianos, de los sacerdotes, de los obispos, no digo de los papas porque es demasiado (ríe)… Pero también. La falta de testimonio. Si un pastor es empresario o es organizador de un plan pastoral, si un pastor no es cercano a la gente, este pastor no da testimonio de pastor. El pastor debe estar con la gente. Pastor de la grey, digámoslo con en este término.
El pastor debe estar adelante de la grey, para marcar el camino, en medio a la grey para sentir el olor de la gente y entender qué siente, qué necesita, cómo siente, y detrás de la grey para custodiar la retaguardia.
Pero si un pastor no vive con pasión, la gente se siente abandonada, o con cierto sentido de desprecio, se siente huérfana. Y donde hay orfandad..., creo que he subrayado los pastores, pero también a los cristianos, los católicos, hipócritas, católicos hipócritas, que van todos los domingos a Misa pero no pagan lo que corresponde, pagan en negro, explotan a la gente, y después se van al Caribe…, no solo a los papeles, sino de vacaciones, con la explotación de la gente. “No, yo soy católico, voy todos los domingos a Misa pero”…, si tú haces esto, tú das un contratestimonio. Y esto, según mi opinión, es lo que más aleja a las personas de la Iglesia.
También los laicos, todos. No digas que eres católico si no das testimonio. Di que tienes educación católica, pero eres tibio, mundano. “Pido disculpa, pero no me miren a mí como ejemplo”, esto se podría decir. Yo tengo miedo de los católicos así, que se creen perfectos. Pero la historia se repite, el mismo Jesús con los doctores de la ley: “Te agradezco Señor porque no soy como estos, pobre pecador”, no vale.
Esta es la falta de testimonio. Hay otros, dificultades personales, discusiones a veces, pero el más general es ese.
Gisotti:
Santo Padre, le dirige ahora una pregunta Caroline Pigozzi de Paris Match
Papa Francisco:
Antes de nada, quiero darle las gracias, localicé al Padre Benoist de Sinety, ha concelebrado conmigo, un gran hombre, y también los 200 jóvenes de París. Gracias por darme aquel libro.
Caroline Pigozzi, Paris Match:
Santo Padre hemos visto por cuatro días a todos estos jóvenes rezar con mucha intensidad, se puede imaginar que todos estos jóvenes algunos quieran entrar a la vida religiosa, se puede también pensar que algunos tengan vocación, quizá alguno está dudando, pensando que es un camino difícil sin poder casarse ¿es posible pensar que en la Iglesia Católica, siguiendo el rito oriental, usted permitirá a hombres casados ser sacerdotes?
Papa Francisco:
La Iglesia Católica en el rito oriental pueden hacerlo. Se hace la opción al celibato o a casarse antes del diaconado.
Caroline Pigozzi, Paris Match:
¿Se puede hacer en el rito latino?
Papa Francisco:
En el rito latino, me viene a la mente una frase de San Pablo VI “Prefiero dar la vida antes de cambiar la ley del celibato”. En este momento esto me ha venido a la mente y quiero decirlo porque es una frase valiente y lo dijo en una época más difícil que esta. En el 68, 70.
Personalmente, pienso que el celibato es un don para la iglesia.
Segundo, yo no estoy de acuerdo con permitir el celibato opcional. No. Solamente, quedaría alguna posibilidad en los puestos lejanísimos, pienso las islas del Pacífico, pero algo es pensar cuando hay necesidad pastoral, ahí el pastor debe pensar en los fieles.
Hay un libro del padre Lobinger. Él es interesante, esto es una cosa en discusión entre teólogos, no es una decisión mía. Mi decisión es el celibato. El celibato opcional antes del diaconado, no. Cuestión mía, personal. Yo no lo haré. Esto queda claro. Soy cerrado, quizás. No me siento para ponerme frente a Dios con esta decisión.
Después, el padre Lobinger dice: la Iglesia hace la Eucaristía y la Eucaristía la hace la Iglesia. Pero donde no hay Eucaristía ni comunidad. Piensa en las islas del Pacífico,
Caroline Pigozzi, Paris Match:
¿También la Amazonía?
Papa Francisco:
En tantos lugares dice Lobinger, ¿quien hace la Eucaristía? Esas comunidades, los organizadores de la comunidad son diáconos, religiosas o laicos. ¿Se podría ordenar a un anciano casado? Es la tesis de él ¿Se podría ordenar a un anciano casado? Pero que solo ejercite el munis (misión) santificante: es decir, que celebre la Misa, que administre el Sacramento de la Reconciliación y dé la Unción de los Enfermos.
La ordenación sacerdotal da tres formas de tareas: el regendi, lo que manda el pastor, el docendi, lo que enseña; y el santificante, todo esto viene con el orden. Pero el Obispo da la licencia solo para santificante. Esta es la tesis. El libro es interesante.
Quizá esto puede ayudar a pensar el problema. Yo creo que el problema tiene que ser abierto en este sentido. Donde hay problema pastoral por la falta de sacerdote, no digo que se deba hacer, porque no he reflexionado, no he rezado lo suficiente sobre esto, pero los teólogos deben estudiar. Por ejemplo, el P. Lobinger, él es un fidei donum en Sudáfrica. Uso este ejemplo para significar los puntos donde se debe hacer.
Hablaba con un oficial de la Secretaría de Estado, un obispo que tuvo que trabajar en un país comunista al inicio de la revolución, cuando vieron cómo venía la revolución, en los años 50 más o menos: los obispos ordenaron a escondidas campesinos. Buenos, religiosos. Después, pasada la crisis, 30 años después, la cosa se resolvió, y él me decía la emoción que tuvo cuando en una concelebración veía a estos hermanos campesinos con las manos de campesinos revestirse con el alba para concelebrar con los obispos. En la historia de la Iglesia, esto se dio. Es algo para pensar y para rezar.
Caroline Pigozzi, Paris Match:
¿Pero hay también sacerdotes protestantes casados que se han convertido en católicos?
Papa Francisco:
Me pregunta sobre lo que el Papa Benedicto XVI hizo. Preguntaré, yo había olvidado eso. Anglicanorum coetibus: Sacerdotes anglicanos que se hicieron católicos y mantienen la vida como si fueran orientales. Recuerdo en una audiencia del miércoles, vi tantos con el cuello, y mujeres y niños, y me explicaron cómo era la cosa. Es verdad. Gracias por recordarme esto.
LINA - DPA
Santo Padre, durante el Vía Crucis el viernes, un joven dijo unas palabras muy fuertes sobre el aborto. Le quiero repetir una parte: “Hay una tumba que clama al cielo, y denuncia la terrible crueldad de la humanidad, es la tumba que se abre en el vientre de las madres y arranca la vida inocente, Dios nos conceda humanizarnos de verdad y defender con firmeza la vida, hacer que las leyes que matan la vida inocente se borren para siempre”. Esta posición es muy radical en mi opinión, le quisiera preguntar: si esta posición respeta también el sufrimiento de las mujeres en estas situaciones y si corresponde con su mensaje de la misericordia.
Papa Francisco:
El mensaje de la misericordia es para todos, también para la persona humana en gestación. Es para todos. Después de haber hecho este fracaso, hay misericordia también. Una misericordia difícil porque el problema no está en dar el perdón, el problema está en acompañar a una mujer que ha tomado conciencia de haber abortado. Son dramas terribles. Una vez escuché a una doctora que hablaba de una teoría, no recuerdo bien, que una célula del feto apenas concebido va a la médula de la madre y allí hay una memoria física. Es una teoría, pero sirve para decir que una mujer, cuando piensa en aquello que ha hecho, yo te digo la verdad, hace falta estar en el confesionario, y ahí dar consuelo no puedo decir nada, por eso he abierto la potestad de absolver el aborto por misericordia porque muchas veces deben encontrarse con el hijo.
Yo aconsejo muchas veces, cuando lloran y tienen esta angustia. Yo les digo que su hijo esté en el cielo, habla con él, cántale la canción que no pudiste cantarle. Y ahí se da una reconciliación de la madre con el hijo, con Dios ya ha perdonado. Dios perdona siempre. La misericordia es algo que ella elabore esto.
El drama del aborto, para entenderlo bien, hace falta estar en un confesionario. Es terrible.
Valentina Alazraki de Televisa:
Papa Francisco, usted ha dicho en estos días aquí en Panamá que estaba muy cerca de Venezuela, que se sentía muy cerca de los venezolanos, y hoy ha pedido una solución justa, pacífica, en el respeto de los derechos humanos de todos. Los venezolanos quisieran entender qué significa esto. Quieren saber si esta solución pasa por el reconocimiento de Juan Guaido, que ha sido respaldado por muchos países, otros piden elecciones a corto plazo, elecciones libres para que la gente pueda votar. Sienten que usted es un Papa latinoamericano y quieren sentir su apoyo, su ayuda y su consejo.
Papa Francisco:
Yo apoyo en este momento a todo el pueblo venezolano porque es un pueblo que está sufriendo. Incluso los que están de una parte y de otra. Todo el pueblo sufre. Y si yo entrara a decir “háganle caso a estos países, háganle caso a estos otros que dicen esto”, me metería en un rol que no conozco. Sería una imprudencia pastoral de mi parte y haría daño.
Las palabras las pensé, las repensé, y creo que con esto expresé mi cercanía, lo que siento. Yo sufro por lo que está pasando en Venezuela en este momento. Y por eso deseo que se pongan de acuerdo, no sé, tampoco decir ponerse de acuerdo está bien. Una solución justa y pacífica. ¿Qué es lo que me asusta? el derramamiento de sangre. Y ahí también pido grandeza para ayudar a los que pueden ayudar a resolver el problema.
El problema de la violencia, a mí me aterra. Después de todo el esfuerzo hecho en Colombia, lo que pasó en la escuela de cadetes el otro día fue terrorífico. No es solución la sangre. Por eso tengo que ser…no me gusta la palabra “equilibrado”. Tengo que ser pastor, todos, a ver Y si necesitan ayuda, de común acuerdo, la pidan. Eso creo. Gracias.
Juno Arrocho de Catholic News Service:
Durante su almuerzo con un grupo de jóvenes peregrinos, una joven estadounidense nos dijo que le había hablado del dolor de tantos católicos, particularmente en Estados Unidos, por la crisis de los abusos. Tantos católicos estadounidenses rezan por la Iglesia, pero muchos se sienten traicionados, abatidos ante las recientes noticias de abusos y encubrimiento de parte de algunos obispos y han perdido la confianza en los obispos.
Santidad, ¿cuáles son sus expectativas o esperanzas para el encuentro de febrero para que la Iglesia pueda reconstruir la confianza entre los fieles y sus obispos?
Papa Francisco:
Este es “furbo”…Empezó por la JMJ y después terminó allí… felicidades. Gracias por la pregunta.
La idea de esto nació en el G9. Nosotros ahí veíamos que algunos obispos no entendían bien o no sabían qué hacer o hacían una cosa buena y otra equivocada.
Sentimos la responsabilidad de dar una catequesis sobre este problema a las conferencias episcopales, y por eso se llama a los presidentes. Una catequesis que en primer lugar, se tome conciencia del drama.
¿Qué es un niño abusado? Yo recibo con regularidad a gente abusada. Recuerdo a uno, de 40 años que no podía rezar. Es terrible el sufrimiento. Primero, que sean conscientes de esto.
Segundo, que sepan qué se debe hacer, el procedimiento. Porque a veces el Obispo no sabe qué hacer, es algo que creció muy fuerte pero no llegó a todos los ángulos, digamos así. Y después, que se hagan programas generales pero que lleguen a todas las conferencias episcopales. Qué tiene que hacer el obispo, qué cosa tiene que hacer el arzobispo, el metropolitano, qué cosa debe hacer el presidente de la conferencia, pero que sea claro. De tal manera que haya protocolos que sean claros. Esto es lo principal.
Pero antes del qué se debe hacer, es lo que he dicho antes, ser conscientes. Allí se hará oración, habrá algún testimonio para ayudar a tomar consciencia, y luego alguna liturgia penitencial para pedir perdón por toda la Iglesia. Están trabajando bien en la preparación de esto.
Yo me permito decir que he percibido un poco una expectativa inflada. Hace falta desinflar las expectativas a estos puntos que digo, porque el problema de los abusos continuará. Es un problema humano. Humano en todos lados. Leí estadísticas el otro día, de aquellas estadísticas que dicen que el 50% es denunciado, el 20% escuchado y disminuye. Y terminaba así: el 5% es condenado. Es terrible. Terrible.
Es un drama humano del que tenemos que tomar consciencia. Incluso nosotros, resolviendo el problema en la iglesia, pero tomando conciencia ayudaremos a resolverlo en la sociedad, en las familias. Donde la vergüenza hace encubrir todo y la víctima, y tantas otras cosa, no sé. Pero primero debemos tomar conciencia, tener los protocolos, y seguir adelante.
Manuella Tulli:
Usted durante esta JMJ ha dicho que es absurdo e irresponsable considerar a los migrantes los portadores de males sociales. En Italia, las nuevas políticas sobre los migrantes han llevado a cerrar Cara de Castelnuovo di Porto, que usted conoce bien. Era una experiencia donde se veían semilla de integración. Los niños iban a la escuela, y ahora estas personas están en riesgo de ser desraizadas. Usted escogió celebrar con ellos el Jueves Santo del 2016. ¿Qué siente ante esta decisión de cerrar el Cara de Castelnuovo?
Papa Francisco:
Yo sentí rumores de lo que pasaba en Italia, pero estaba sumergido en esto (la JMJ). Precisamente no conozco bien este asunto, pero me lo imagino. Es verdad que el problema de los migrantes es muy complejo, muy complejo. Es un problema que requiere memoria, preguntarse si mi patria estuvo hecha de migrantes. Nosotros, los argentinos, todos migrantes. Estados Unidos, todos migrantes. Memoria. Un obispo o cardenal no recuerdo, escribió un artículo bellísimo, “Un problema de falta de memoria”, se llamaba.
Este es un punto.
Después, las palabras que yo uso: “recibir”. El corazón abierto para recibir, acoger, acompañar, hacer crecer, e integrar. Y también digo: el gobernante tiene que usar la prudencia, porque la prudencia es la virtud del gobernante. Esto lo he dicho aquí en el último vuelo.
Es una ecuación difícil. Me viene a la mente el ejemplo sueco que en los años 70, con las dictaduras, el operativo Cóndor, en América Latina ha recibido tantos, tantos, pero todos integrados. También veo qué hace San Egidio, por ejemplo: integra inmediatamente. Los suecos dijeron “esperen, porque no podemos terminar el camino”. Esta es la prudencia del gobernante.
Es un tema de caridad, de amor, de solidaridad. Y yo reitero que las naciones más generosas, en recibir, en lo otro no todas pueden, han sido Italia y Grecia, y un poco Turquía. Pero Grecia, fue muy generosa, e Italia también.
Cuando fui a Lampedusa era el inicio. Pero es verdad que se debe pensar realísticamente. Después hay otra cosa importante para tener en cuenta: un modo de resolver el problema de la migración es ayudar a los países de donde vienen. Los migrantes vienen por hambre o por guerra. Invertir donde hay hambre. Europa es capaz de hacerlo, es un modo de ayudar a crecer. Ayudar a crecer.
Pero hablando del África, siempre está en el imaginario colectivo que tenemos en la conciencia: África es explotada. Esto es histórico y esto hace mal. Los migrantes de Medio Oriente encontraron otras vías para salir. El Líbano es una maravilla de generosidad: tiene más de un millón de sirios. Lo mismo Jordania, abierta, hacen lo que pueden. Y también Turquía ha recibido algunos. Y en Italia también hemos recibido. Es un problema complejo del cual se debe hablar sin prejuicios. Todas estas cosas me vienen en mente.
Les agradezco mucho por su trabajo, solo quiero decir una cosa sobre Panamá. Sentí un sentimiento nuevo, yo conozco América Latina, pero no Panamá. Y me vino esta palabra: Panamá es una nación noble. Yo encontré nobleza. Esto quiero decir. Y otra cosa que dije volviendo de Colombia, hablando de Cartagena y otras ciudades. Una cosa que en Europa no vemos. Cual es el orgullo de los panameños: alzar a los hijos y dicen esta es mi victoria, mi futuro, mi orgullo. Este en el invierno demográfico que estamos viviendo en Europa, en Italia, bajo cero, nos debe hacer pensar. ¿Cual es mi orgullo? ¿El turismo, la villa, el cachorro, o alzar un hijo?.
Recen por mí, lo necesito.
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