Luego del rezo del Ángelus en la casa hogar El Buen Samaritano en Panamá, el Papa Francisco abordó varios temas como la situación de Venezuela, la inundación por el colapso de una represa en Brasil, los atentados contra una catedral en Filipinas y contra una escuela de policías en Colombia, y la reciente tragedia en el estado de Hidalgo en México.
A continuación, las palabras del Santo Padre:
Queridos hermanos y hermanas, hoy se celebra el Día Internacional de Conmemoración en memoria de las víctimas del Holocausto. Necesitamos mantener vivo el recuerdo pasado, de las tragedias pasadas, y aprender de las páginas negras de la historia para no volver a cometer nunca más los mismos errores. Sigamos esforzándonos sin descanso por cultivar la justicia, fomentar la concordia y sostener la integración para ser instrumentos de paz y constructores de un mundo mejor.
Deseo expresar mi sentimiento de pesar por las tragedias que han golpeado al Estado de Minas Gerais en Brasil y al Estado de Hidalgo en México. Encomiendo a la misericordia de Dios a todas las personas fallecidas y al mismo tiempo rezo por los heridos y expreso mi afecto y mi cercanía espiritual a sus familias y a toda la población.
Aquí en Panamá, he pensado mucho en el pueblo venezolano, al que me siento particularmente unido en estos días. Ante la grave situación por la que atraviesa, pido al Señor que se busque y se logre una solución justa y pacífica para superar la crisis, respetando los derechos humanos y deseando exclusivamente el bien de todos los habitantes del país. Los invito a rezar poniendo esta intercesión bajo el amparo de Nuestra Señora de Coromoto, patrona de Venezuela.
A Cristo y a la Virgen también encomendamos las víctimas del atentado terrorista perpetrado, este domingo, en la Catedral de Jolo, en Filipinas, mientras se celebraba la Eucaristía. Reitero mi más firme reprobación por este episodio de violencia, que enluta de nuevo a esta comunidad cristiana, y elevo mis oraciones por los difuntos y por los heridos. Que el Señor, Príncipe de la paz, convierta el corazón de los violentos y conceda a los habitantes de aquella región una serena convivencia.
Y hoy, último día de la Jornada Mundial de la Juventud, como ofrenda de la Misa trajeron… [interrupción audio]... con enterarse como sucedía la Jornada de la Juventud, por la televisión, por la radio, jóvenes alumnos de la Escuela de Cadetes de Policía “General Francisco de Paula Santander” en Colombia, asesinados por el odio terrorista.
Estos jóvenes fueron ofrenda en la Misa, y como recuerdo de ellos, me permito en este Ángelus nombrarlos, y cada uno en el corazón, sino en voz alta en el corazón, diga esa palabra que se suele decir en estos institutos cuando se nombra a un muerto: “presente”. Que estén presentes delante de Dios. el cadete Luis Alfonso Mosquera Murillo; el cadete, Óscar Javier Saavedra Camacho; el cadete Jonathan Efraín Suescún García; el cadete Manjarrés Contreras, Juan Felipe; el cadete Juan Diego Ayala Anzola; el cadete Juan David Rodas Agudelo; el cadete Diego Alejandro Pérez Alarcón; el cadete Jonathan Heyner León Torres; el cadete, Allan Paul Bayona Barreto; el cadete Diego Alejandro Molina Peláez; cadete Carlos Daniel Campaña Huertas; cadete Diego Fernando Martínez Galvis; cadete Juan Esteban Marulanda Orozco; cadete César Alberto Ojeda Gómez; cadete Cristian Fabián González Portilla; cadete Fernando Alonso Iriarte Agresoth; la cadete Érika Sofía Chicó Vallejo; el cadete Cristian Camilo Maquilón Martínez; el cadete Steven Rolando Prada Riaño; cadete Iván René Muñoz Parra. Te pedimos Señor que les des su paz y al pueblo colombiano que también le des su paz. Amén.
[Bendición]
Nuevamente, les agradezco lo que están haciendo aquí, es grande, es muy bello. Que Dios los bendiga, y recen por mí. Gracias.
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