El Consorcio de Médicos Católicos manifestó su conmoción por el caso de la niña de 12 años que fue sometida a una cesárea prematura en el Hospital Materno Infantil de Jujuy (Argentina).
“Lo nuestro como médicos católicos es acompañar el dolor humano en todas sus formas, como nos enseñó nuestro Señor Jesucristo: cuidando a todos, sin discriminación, sin importar el origen. Viendo en los más pequeños e indefensos Su Rostro”, aseguraron.
A través de una carta titulada “Su Rostro” y publicada el 29 de enero, las doctoras Elena Passo y Raquel Bolton reflexionaron sobre el caso de la menor que fue llevada al Hospital Guillermo Paterson de la localidad de San Pedro debido a fuertes dolores abdominales, pero cuyos exámenes confirmaron un embarazo de 23 semanas y media.
Según la familia el embarazo sería resultado de una presunta violación de un vecino del barrio, por lo que solicitaron el aborto no punible bajo la causal de violación.
El complejo caso fue derivado al Hospital Materno Infantil y a pesar de los intentos realizados por instituciones provida y las recomendaciones médicas para preservar la vida de la madre y del bebé; el 18 de enero nació Esperanza pero falleció pocos días después, el 22 de enero.
El caso “nos conmueve como médicos y nos obliga a una profunda reflexión, su hija tuvo un peso de 700 gramos y una sobrevida de pocos días en un área de cuidados críticos”, aseguraron.
“Se puede analizar el caso desde diferentes perspectivas, pero no podemos ignorar lo que sin lugar a dudas representa: una infancia ignorada, avasallada y violada; hablar de violación significa negar la naturaleza de la persona humana ya que se la minimiza y se la transforma en un objeto del cual se puede disponer”.
“Siempre es un delito terrible y ninguna persona tendría que ser víctima de una situación de esta naturaleza y ningún niño tendría que pasar por una circunstancia que lo marcará psicológicamente por siempre”, agregaron.
“Como sociedad tenemos responsabilidad en el cuidado y protección de la infancia y hay que trabajar mucho y en muy diferentes órdenes para evitar que el ciclo de la violencia persista y siga lastimando a nuestros niños”.
“Algo se ha roto en el interior de esos niños y habrá que asistirlos y acompañarlos en su camino de recuperación y búsqueda de justicia”, sostuvieron.
En relación a Esperanza, la bebé forzada a nacer, los médicos cuestionaron “¿qué responsabilidad tiene un niño concebido como resultado de una violación? Nada justifica que tenga que pagar con su vida el delito cometido por otro”.
Cabe recordar que el 29 de enero el jefe de Obstetricia del Hospital Materno Infantil de Jujuy, doctor Gustavo Briones, renunció por la “irrespetuosa” y “grave” intromisión del Gobierno provincial en los criterios profesionales que derivó en la muerte de Esperanza, una bebé de seis meses de gestación.
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