En el último día de su visita a Panamá, el Papa Francisco visitó la Fundación Casa Hogar El Buen Samaritano que acoge a personas con VIH y sida.
El Santo Padre llegó a las 10:25 a.m., donde fue recibido por el director, el P. Domingo Escobar, y una religiosa que le entregó un ramo de flores.
Acompañado por el encargado de los viajes del Papa, el sacerdote colombiano Mauricio Rueda, Francisco saludó luego a algunas de las personas y voluntarios que sirven en la casa hogar, donde brindan tratamiento a doce hombres y seis mujeres de manera gratuita. También estaban presentes representantes de otros centros de ayuda para personas sin recursos económicos.
“Los residentes y voluntarios de la Fundación Casa Hogar El Buen Samaritano, así como nuestros hermanos del Centro San Juan Pablo II, Hogar San José, la ‘Casa del Amor’, de la Congregación Hermanos de Jesús Kkottonngae, Hogar San José de Malambo, le damos la más calurosa bienvenida a este refugio en el que, como Iglesia al servicio de los pobres, tendemos una mano misericordiosa a los que sufren”, dijo en sus palabras de bienvenida el P. Escobar.
“Estos hermanos han entendido que Dios los ama, y esta certeza la tienen porque reciben la visita del Papa Francisco”, dijo. “Su presencia, Papa Francisco, nos revela que Dios escucha nuestros gritos”, agregó.
Tras sus palabras, los presentes vieron un video en el que se resumió el servicio de los centros mencionados por el P. Escobar.
Vestido de franciscano, el pequeño Abraham Guerra de 13 años, del Centro San Juan Pablo II, entonó un canto ante la mirada atenta del Pontífice. Al concluir, Francisco lo saludó y le obsequió un rosario.
En su discurso, el Papa exhortó a los fieles a no ser indiferentes con el prójimo, especialmente cuando tiene alguna necesidad, para ser siempre como el buen samaritano que ayuda a los más necesitados.
Luego el Santo Padre dirigió el rezo del Ángelus.
Posteriormente recordó que hoy se celebra el Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto. “Necesitamos mantener vivo el recuerdo del pasado, de las tragedias pasadas, y aprender de las páginas negras de la historia para no volver a cometer nunca más los mismos errores”, expresó.
El Papa también elevó sus oraciones por las víctimas de las tragedias ocurridas en el estado de Hidalgo en México, y el viernes en el estado brasileño de Minas Gerais donde una represa colapsó y dejó varios muertos y cientos de desaparecidos.
El Pontífice también se refirió a la crisis de Venezuela y alentó a buscar una solución pacífica. Además elevó sus oraciones por el atentado de este domingo contra una catedral en Filipinas y recordó a los fallecidos en el ataque del ELN contra una escuela de cadetes en Colombia.
Francisco recibió luego una serie de regalos de las personas atendidas en distintos centros de ayuda.
Antes de despedirse, el Papa dijo: “Nuevamente les agradezco lo que están haciendo aquí. Es grande, es muy bello. Que Dios los bendiga y recen por mí”.
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