Los días previos a la Jornada Mundial de la Juventud de Panamá se congregaron 40 pueblos originarios de 12 países para celebrar el primer Encuentro Mundial de la Juventud Indígena (EMJI).
El encuentro se realizó entre el 17 y 21 de enero en Soloy, Comarca Ngäbe-Bugle, Diócesis de David (Panamá) con el objetivo de compartir la fe en Jesucristo.
El encuentro llevó por lema “Asumimos la memoria del pasado para construir el futuro con valentía” y fue liderado por el P. Joseph Fitzerald, Secretario Ejecutivo Nacional de la Pastoral Indígena.
En un manifiesto al final del encuentro, la EMJI expresó su alegría por el mensaje enviado por el Papa Francisco donde invitó a la juventud indígena a “hacerse cargo de las raíces, porque de las raíces viene la fuerza que los va a hacer crecer, florecer y fructificar”.
Los jóvenes compartieron sus “anhelos, sueños, esperanzas y dolores” en relación a las “numerosas violaciones a la dignidad de nuestros pueblos, las invasiones y explotación de territorios originarios”.
En ese sentido, pidieron proteger la creación “para que todos los pueblos tengan vida y un futuro que ofrecer a las nuevas generaciones debido a que en esta tierra estamos entretejidos”.
Luego del EMJI los jóvenes se sumaron a la JMJ, incluso tradujeron el himno oficial de la Jornada en la lengua nativa ngäbere y lo interpretaron con instrumentos, ritmos y danza jegui.
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