En el reportaje, Reyes sostiene que son 132 las personas a quienes él calcula se les debe 30 millones de dólares en total.
El comunicado no da cuenta del número real de acreedores ni la cifra total, pero asegura que la parroquia está trabajando con una empresa auditora. También explica que se invirtió el dinero en la compra de terrenos con el objetivo de desarrollar proyectos que permitirían “pagar inmediatamente a los acreedores, que era la preocupación constante a resolver”.
Lo que sí explica es que “la deuda original fue considerablemente menor, pero las dificultades económicas y políticas que trajo consigo la pandemia, ocasionó un crecimiento exponencial triplicando el valor de la deuda original”.
“Desde que institucionalmente hemos asumido la resolución de este problema, en este proceso de pagos se han cancelado la totalidad de los montos adeudados de 30 acreedores. Ellos ya han recibido el total de su capital prestado. Esto demuestra nuestra firme decisión para solucionar la deuda suscitada. Con los demás acreedores, estamos pactando la devolución de sus capitales”, añade.
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