La situación de los albergues de la Iglesia es distinta a la de las instalaciones administradas por el gobierno. La situación más evidente de esto ocurrió el pasado 27 de marzo cuando un incendio en el área de alojamiento de la Estancia Provincial de Ciudad Juárez, en el estado de Chihuahua, resultó con la muerte de 40 personas y al menos 28 heridos.
En aquella ocasión el Episcopado Mexicano compartió un comunicado en el que expresó su pesar por las “condiciones infrahumanas” a las que los migrantes son sometidos en estos lugares y en el que pidió al gobierno que se dejen de catalogar como “albergues”, porque "operan como prisiones, en castigo ante la migración irregular".
Previo a este incidente, la DEPMH había advertido a la Comisión Internacional de Derechos Humanos (CIDH) sobre la “preocupante la situación“ y el “riesgo probable” al que son sometidos las personas en las Estaciones Migratorias del Instituto Nacional de Migración.
Publicar un comentario