En España y América
Que de manera especial, hoy, la Cruz esté presente en nuestra mente y corazón, tan presente como lo está en la vida de Hispanoamérica: arraigada en lo más profundo de nuestra historia y tradiciones.
Para ello, basta recordar cuántas montañas, al lado de nuestras ciudades, valles y caminos, están coronadas con una cruz; como coronadas están nuestras iglesias, capillas o campanarios. Nos baste mirar la cúspide de muchos edificios, escuelas u hospitales, como dirigimos la mirada con devoción hacia las sencillas paredes o rincones de nuestros hogares.
Llevemos la cruz, signo de salvación, siempre cerca del corazón.
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