El Papa Francisco alentó a pedir a Cristo la valentía de la fe a través de San Adalberto de Praga, cuya memoria se celebra el 23 de abril.
En su saludo a los fieles polacos, durante la Audiencia General de este miércoles llevada a cabo en la biblioteca del palacio apostólico vaticano, el Santo Padre destacó que San Adalberto, obispo y mártir, patrono de Polonia, fue un “hombre de profunda fe, oración y fuerza”.
“Su martirio se convirtió en el fundamento de la identidad de la Iglesia en Polonia”, añadió el Papa, que rezó para que el santo obtenga, de parte de Dios, “la valentía en la fe y el crecimiento humano, social y espiritual de su país”.
San Adalberto de Praga nació alrededor del año 956 en Libice nad Cidlinou (Bohemia central) actualmente localizado en la República Checa, y murió el 23 de abril de 997 en Trusol (Elblag) situada al norte de Polonia.
Es Patrón de Bohemia, Polonia, Hungría y Prusia.
Estudió en Magdeburgo bajo la tutela del Arzobispo Adalberto (más tarde sería San Adalberto de Magdeburgo), de quien tomaría el nombre para rendirle homenaje.
San Adalberto fue Obispo de Praga en el Siglo X y fue enviado a evangelizar Prusia (actualmente territorio del norte de Polonia), donde murió martirizado. Su cuerpo fue trasladado a Gniezno, la primera capital del Reino de Polonia. Muy pronto fue canonizado convirtiéndose en el primer santo patrón de Polonia.
Según la tradición, al pasar por Cracovia (la capital de Polonia), predicó en el lugar donde hoy se encuentra la iglesia de San Adalberto.
La actual iglesia de San Adalberto fue construida en el siglo XI y es una de las iglesias más pequeñas y antiguas de Cracovia. Tiene estilo románico, está situado en la Plaza del Mercado, en pleno centro de la ciudad.
Durante nueve siglos la iglesia de San Adalberto ha sido lugar donde se predicó la Palabra de Dios.
Según informó el entonces comité organizador de la JMJ de Cracovia, en diciembre del 2014 el Cardenal Stanisław Dziwisz decidió que esta iglesia fuese “el centro de las preparaciones espirituales antes de la Jornada Mundial de la Juventud” por lo que “cada noche en este templo, como parte de la acción pastoral Szpital Domowy, se adoró al Santísimo y existió también la posibilidad de confesarse”.
Además, durante la Jornada Mundial de la Juventud en julio de 2016 la iglesia de San Adalberto fue un lugar más del encuentro de los jóvenes del mundo entero con Cristo en el Santísimo Sacramento.
En el altar principal se encuentra una copia del ícono de Nuestra Señora Salus Populi Romani, patrona de Roma, imagen que San Juan Pablo II entregó a los jóvenes del mundo y que peregrina junto con la Cruz de la JMJ.
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