La fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), señaló en su informe sobre la libertad religiosa en el mundo, que en el caso de Cuba las perspectivas para este derecho “siguen siendo negativas” y que “el verdadero problema es el papel que la nueva Constitución confiere al Partido Comunista”.
El 20 de abril ACN presentó su Informe de Libertad Religiosa que abarca del 2018 al 2020. El estudio muestra que en 1 de cada 3 países “se viola gravemente” este derecho y que los principales actores son gobiernos autoritarios y grupos de extremistas islámicos.
De acuerdo al informe, unos 5.200 millones de personas, que equivale al 67% de la población mundial, viven en países donde se producen graves violaciones de la libertad religiosa. En América, ACN aborda los casos de Nicaragua, Venezuela y Cuba.
Según el informe, en Cuba, de los casi 11,5 millones de habitantes el 61,7% se declara cristiano, el 17,2% agnóstico, el 16,7% afirma que es espiritista, el 3,9% es ateo y 0,5% no especifica. Además, el reporte indicó que el PIB per cápita es de 18,796 dólares.
Asimismo, señaló que aunque “el Estado es laico y ya no se da la persecución religiosa en el sentido propio de la palabra, el verdadero problema es el papel que la nueva Constitución confiere al Partido Comunista (marxista-leninista) de Cuba, que se define como ‘la fuerza política dirigente superior de la sociedad y del Estado’”.
El Partido Comunista de Cuba, el único permitido legalmente en la isla, “controla y subordina todos los ámbitos a la construcción de una sociedad comunista, lo que limita y restringe automáticamente muchos derechos que en otros países son básicos, como el derecho a la libertad de expresión y el derecho a la libertad de conciencia”.
En ese sentido, indicó ACN, “como el Partido controla arbitrariamente las acciones y las actividades de las organizaciones religiosas, crea una atmósfera sofocante para ellas. Por lo tanto, las perspectivas para la libertad religiosa en Cuba siguen siendo negativas”.
Marco legal e incidentes
En su informe, ACN indicó que la nueva Constitución, promulgada el 10 de abril de 2019, afirma que el Estado “reconoce, respeta y garantiza la libertad religiosa”, y que todo cubano tiene derecho a profesar su fe y a no ser discriminado; sin embargo, el artículo 5 “somete al Estado muchas actividades relacionadas con la libertad religiosa y contradice la tercera dimensión del derecho fundamental a ‘la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión’”.
Además, somete al Estado el derecho de la persona a “cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia”.
“Según la nueva Constitución, el Partido Comunista sigue manteniendo el control total de estos aspectos a través del Departamento Ideológico, que supervisa a la Oficina de Asuntos Religiosos”, indicó ACN.
El informe recordó que en febrero de 2019, durante el debate constitucional, los obispos cubanos señalaron que el problema fundamental “no es la simple libertad de tener creencias religiosas, sino la libertad de cada persona a vivir conforme a su fe y de expresarla públicamente”.
Para los obispos el texto constitucional elude “el reconocimiento jurídico de la Iglesia y de su identidad y misión propias, lo que incluye la posibilidad de dar a conocer su enseñanza moral de acuerdo al Evangelio, de acceder de modo sistemático a los medios de comunicación, la libertad de enseñanza y de evangelización, de construir edificios y de adquirir y poseer bienes adecuados para su actividad; la libertad de asociarse para fines no solo estrictamente religiosos, sino también educativos, culturales, de salud y caritativos”.
Además, ACN señaló que otra dificultad para la libertad religiosa es el artículo 206 del Código Penal Cubano de 1987, que establece que quien abuse “de la libertad de cultos garantizada por la Constitución”, será “sancionado con privación de libertad de tres meses a un año”. “Esto se aplica al que ‘oponga la creencia religiosa a los objetivos de la educación, o al deber de trabajar, o de defender la Patria con las armas’”, indicó la fundación pontificia.
Asimismo, está la presencia de la Oficina de Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista, que “gestiona los distintos aspectos de la vida religiosa: aprueba o deniega las visitas de extranjeros a las asociaciones religiosas; autoriza la construcción, reparación o adquisición de lugares de culto; concede los permisos para celebrar servicios religiosos públicos; supervisa la importación de literatura religiosa, etc.”.
En este contexto, el informe de ACN mencionó incidentes y acontecimientos contra la libertad religiosa ocurridos entre el 15 de junio de 2018 y el 15 de noviembre de 2020, la mayor parte debidos al “vacío legal anteriormente mencionado o con las carencias de la propia Constitución”, ya que “lo subordina todo (la libertad religiosa, igual que la libertad de expresión y de conciencia) a la construcción del socialismo y al progreso hacia una sociedad comunista bajo el liderazgo del partido marxista-leninista”.
“Un ejemplo es el caso del pastor Ramón Rigal y a su familia, encarcelado por educar a sus hijos en casa, algo que está expresamente prohibido”, indicó.
Otros incidentes involucraron a iglesias vinculadas a grupos protestantes evangélicos, que al carecer de reconocimiento legal, “no disfrutan de los derechos de asociación y reunión”, ni pueden adquirir inmuebles, haciendo su práctica religiosa “más limitada en comparación con la de los grupos registrados”.
Otro caso registrado es la sentencia dictada en Camagüey contra “una pareja judía, los señores de Tejada, y de Yeliney Lescaille, también judía, amenazando con meterles en la cárcel si no les quitaban la kipá a sus hijos antes de entrar en el colegio”.
El informe recordó que “sin autorización del Gobierno tampoco es posible reunirse en viviendas particulares”.
Sobre la Iglesia Católica, ACN informó que, aunque “no ha estado implicada en ningún incidente grave (…), los católicos tampoco disfrutan de una plena libertad de acción”.
“La Iglesia católica intenta, por lo general, respetar las leyes del Estado para evitar conflictos con el Gobierno, que con frecuencia la ha atacado para impedir que critique al sistema. Sin embargo, algunos sacerdotes se han mostrado abiertamente críticos ante la falta de libertad en Cuba, como el padre Alberto Reyes, que el 1 de noviembre escribió en Facebook que el pueblo cubano vive en medio del miedo y las mentiras”, señaló.
Sin embargo, el informe indicó que “también se han producido acontecimientos positivos”, como el aceptar “que los grupos religiosos se impliquen en proyectos benéficos subsidiarios”. “Así, después de 13 años de construcción, la Iglesia católica pudo inaugurar el 25 de mayo de 2019 un hogar para el cuidado de ancianos en Camagüey. Una Iglesia evangélica ya gestiona un centro similar”, informó.
Además, en medio de la pandemia del COVID-19, “el Gobierno adoptó una medida histórica en la Semana Santa de 2020: permitió en cuatro ocasiones que los obispos católicos pronunciasen alocuciones de treinta minutos por la radio para los fieles de sus diócesis. Además, la televisión cubana emitió el vía crucis dirigido por el papa Francisco el Viernes Santo, así como la Santa Misa durante la Semana Santa y durante los siguientes domingos”.
Sin embargo, el informe de Ayuda a la Iglesia Necesitada reiteró al final que debido al control que ejerce el Partido Comunista, “las perspectivas para la libertad religiosa en Cuba siguen siendo negativas”.
El informe sobre Cuba puede leerse AQUÍ.
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