La Arquidiócesis de Guadalajara se unió a la comunidad hebrea para llevar 40 mil cenas navideñas este 25 de diciembre en el evento “10 mil Navidades en una”.
El evento, que se realiza por cuarto año consecutivo, llevará alimentos desde 40 parroquias y un albergue hacia las personas más necesitadas del Área Metropolitana de Guadalajara (AMG).
El P. Javier Magdaleno Cueva, secretario canciller de la Arquidiócesis de Guadalajara, dijo en una rueda de prensa que esta iniciativa busca “llevar esperanza para quien ha vivido con dificultad o sufrimiento ese año”.
Además, contó que el número de personas beneficiadas con este evento aumenta cada año.
El primer año, los organizadores de “10 mil Navidades en una” se plantearon como meta ayudar a 10 mil personas, y terminaron dando cenas a 13 mil participantes.
Para el 2021, el número proyectado de beneficiados fue de 20 mil personas. Sin embargo, entregaron cenas a 30 mil visitantes.
Este año, el número estimado de personas que se atenderá con esta iniciativa es de 40 mil.
“La novedad no es que solamente dan de comer, sino que hay un signo de paz y de unión en ayudarnos unos a otros”, dijo el P. Javier Magdaleno Cueva.
Por su parte, Graciela Ciociano, representante de la comunidad hebrea en Guadalajara, destacó que, si este año alcanzan la meta de alimentar a 40 mil necesitados, la iniciativa “10 mil Navidades en una” habrá alimentado en estos 4 años a un total de 100 mil personas.
La cena navideña de este año consistirá en tamales y postres variados, por lo que los organizadores piden a los ciudadanos llevar insumos y donaciones a las oficinas del Arzobispado de Guadalajara.
2 mil de estas cenas serán repartidas a personas en situación de pobreza en el atrio de la Catedral Metropolitana de Guadalajara el 25 de diciembre a las 6:00 p.m.
En la conferencia de prensa, el Cardenal José Francisco Robles Ortega, Arzobispo de Guadalajara, indicó que esta iniciativa es una expresión más de la Iglesia que es misericordiosa con el prójimo en todo momento.
El Cardenal Robles Ortega expresó su deseo de que “esta sea una experiencia de comunión con la comunidad hebraica” y recordó que todos somos “destinatarios de la misericordia de Dios”.
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