El Papa Francisco deseó que esta Navidad pueda ser “una oportunidad para que todos descubran y experimenten cuánto ama Dios a cada ser humano”.
Así lo dijo el Santo Padre este 10 de diciembre al recibir en el Aula Pablo VI del Vaticano a un grupo de bomberos italianos junto a sus familiares.
En su discurso, el Papa destacó que la Navidad es la fiesta que sintetiza los valores de la “cercanía, compasión, ternura, solidaridad, servicio, fraternidad”.
En esta línea, el Santo Padre reflexionó en la parábola del Buen Samaritano y agradeció a los bomberos por su entrega y dedicación, incluso, arriesgando su vida.
El valor de la natividad de Cristo “nos ha sido revelado no escrito en un código para ser observado, sino escrito en la carne de un Hijo de hombre, Jesús”.
“Esta es la novedad cristiana que no deja de sorprendernos: Dios vino a salvarnos haciéndose como nosotros”, afirmó.
De este modo, el Papa comparó con el trabajo de los bomberos y recordó que Jesucristo “vino a rescatarnos en peligro, a salvarnos, y lo hizo de la manera más radical, sabiendo que tenía que dar su vida para salvarnos”.
“Es el Buen Samaritano de la humanidad”, añadió el Papa.
Por ello, el Santo Padre rezó para “que esta gran ocasión cristiana, la Navidad, sea para todos una ocasión de descubrir y experimentar cuánto ama Dios al hombre, a todo ser humano”.
Antes de concluir, el Papa renovó su gratitud por su valioso servicio a la comunidad y recordó la reciente inundación de una zona de la isla de Ischia, así como las numerosas y prolongadas intervenciones para ayudar a las víctimas de terremotos.
Finalmente, el Santo Padre encomendó a los bomberos a su patrona, Santa Bárbara, y suplicó la intercesión de la Virgen María.
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