El Papa Francisco destacó que las tres virtudes principales de San Esteban, el primer mártir cristiano, fueron la caridad, el anuncio y el perdón.
Así lo dijo el Santo Padre al dirigir el rezo del Ángelus este 26 de diciembre, fiesta de San Esteban, ante miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro del Vaticano.
En primer lugar, el Papa recordó que el Libro de los Hechos de los Apóstoles describe que San Esteban fue “uno de los siete diáconos que la comunidad de Jerusalén había consagrado para el servicio de las mesas, para la caridad”.
“Esto significa que su primer testimonio no lo dio con palabras, sino a través del amor con el que sirvió a los más necesitados”, dijo el Papa.
Además, el Santo Padre advirtió que San Esteban “no se limitaba a esta labor de asistencia” sino que “a los que encontraba les hablaba de Jesús” y agregó “compartía su fe a la luz de la Palabra de Dios y de la enseñanza de los Apóstoles”.
En esta línea, el Papa explicó que dar testimonio consiste en “acoger la Palabra y comunicar la belleza de la Palabra, relatar cómo el encuentro con Jesús cambia la vida”.
“Esto era tan importante para Esteban que no se dejó intimidar ni siquiera por las amenazas de sus perseguidores, ni siquiera cuando vio que las cosas se le estaban complicando”, dijo el Papa.
Finalmente, el Santo Padre indicó que San Esteban supo “unir la caridad con el anuncio” incluso “cuando estaba a punto de morir” porque “siguiendo el ejemplo de Jesús, perdonó a sus asesinos”.
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