En el año 2019, solamente 18 niños con síndrome de Down nacieron en Dinamarca, siendo el número más bajo registrado hasta ahora en el país escandinavo, así lo demuestra un nuevo informe del Registro Citogenético Central Danés (DCCR) .
El DCCR, cuyas estadísticas se remontan a 1970, es un registro nacional de las personas que se han sometido a exámenes cromosómicos prenatales o postnatales, exámenes genéticos moleculares o exámenes bioquímicos.
Según este organismo, de 1000 bebés nacidos vivos el año pasado, apenas 0,29 nacieron con síndrome de Down.
“El bajo número es probablemente una expresión de una fluctuación aleatoria en números que ya son bastante pequeños. Pero debería ir seguido de un importante debate sobre el enfoque de la sociedad hacia los niños con discapacidad”, dijo Olav Bjørn Petersen, médico jefe y profesor de medicina fetal en Rigshospitalet y en la Universidad de Copenhague.
Por su parte, Grete Fält-Hansen, presidenta de la Asociación Nacional de Síndrome de Down, declaró a TV2 News que es de conocimiento público “que muchos cambian al piloto automático cuando se les dice que están esperando un hijo con (síndrome de) Down. ‘Es demasiado abrumador y decidimos no seguir adelante’, es la reacción”.
“Nuestro objetivo es calificar la decisión. Las nuevas cifras exigen que la autoridad sanitaria asuma la responsabilidad y proporcione información actualizada y matizada. No podemos tener una sociedad que automáticamente recurra al aborto debido a un diagnóstico”, aseguró.
Dinamarca fue el primer país del mundo en implementar una oferta nacional gratuita de detección prenatal del síndrome de Down para todas las mujeres embarazadas.
Con la introducción de esta oferta en 2004, el número de bebés nacidos vivos con síndrome de Down disminuyó de forma significativa, pero posteriormente se estabilizó en 23 a 35 nacidos vivos al año.
En 2018, nacieron 22 bebés con síndrome de Down, pero el número de 2019 se desplomó aún más.
Según informa la Junta Nacional de Salud de Dinamarca “el 95% de las mujeres embarazadas en las que se encuentra que el feto tiene una anomalía cromosómica, optan por un aborto”.
En un reciente artículo, la organización provida estadounidense Live Action señaló que “las pruebas prenatales en sí mismas son una herramienta que puede ayudar a salvar la vida de los niños no nacidos, incluidos los que tienen síndrome de Down”.
Sin embargo, indica que el problema no se encuentra en “las pruebas prenatales, sino en el hecho de que ha sido secuestrado por la industria del aborto como arma eugenésica en la cultura de la muerte”.
“Las personas con discapacidades tienen un valor inherente y un valor como cualquier otro ser humano en el planeta, pero cuando comenzamos a aceptar la idea de que es aceptable matar a ciertas personas basándonos únicamente en los sentimientos de otra persona sobre su valía, este tipo de resultado no sorprende y es trágico”, añadió.
En Dinamarca el aborto es libre dentro de las primeras 12 semanas de gestación. Luego de este plazo, el aborto solo está permitido si un consejo médico considera que existe riesgo físico y mental para la salud de la madre o riesgo de enfermedad en el no nacido. Las menores de 18 años necesitan del consentimiento paterno para realizarlo.
Publicar un comentario