Amy Coney Barrett: ¿Por qué algunos atacan a los hijos de la nominada a la Corte Suprema?

La reciente nominación de la exitosa jueza católica Amy Coney Barrett a la Corte Suprema de Estados Unidos ha despertado diversas polémicas, entre ellas la motivada por quienes objetan lo numeroso de su familia: tiene junto a su esposo, Jesse, un total de siete hijos, dos de los cuales son haitianos adoptados y un niño tiene necesidades especiales.

Durante el mensaje en el que anunció su decisión de nominar a Coney Barrett, Donald Trump, presidente de Estados Unidos, destacó además que “si fuera confirmada, la jueza Barrett hará historia como la primera madre de niños en edad escolar en servir en la Corte Suprema de Estados Unidos”.

Al agradecer la nominación, la jueza aseguró que “nuestros hijos obviamente hacen nuestra vida muy plena. Si bien soy juez, soy más conocida en casa como madre delegada en la escuela, conductora de auto compartido y organizadora de fiestas de cumpleaños”.

“Cuando las escuelas se volvieron remotas la primavera pasada, me probé otro sombrero. Jesse y yo nos convertimos en codirectores de la ‘academia de aprendizaje electrónico Barrett’. Y sí, la lista de estudiantes matriculados era muy larga”, bromeó.

Uno de los principales críticos de la familia numerosa de Coney Barrett fue el activista “antirracista” Ibram X. Kendi, quien acusó a la jueza y a su esposo, Jesse, de ser “colonizadores blancos” por adoptar a niños negros.

Ironizando, Kendi añadió que los esposos estadounidenses “‘civilizaron’ a estos niños ‘salvajes’ en las formas ‘superiores’ de la gente blanca, mientras que los usan como accesorios en sus imágenes de negación de por vida, mientras quitan a los padres biológicos de estos niños de la foto de la humanidad”.

Kendi es autor del libro “Cómo ser un antirracista” y dirige el nuevo “Centro para la Investigación Antirracista” de la Universidad de Boston, que recibió en agosto de este año 10 millones de dólares donados por Jack Dorsey, el director ejecutivo de la red social Twitter.

Por su parte, John Lee Brougher, director gerente de NextGen America, autodenominado “papá gato” y vinculado al Partido Demócrata, escribió en Twitter que “como un adoptado, necesito saber más sobre las circunstancias de cómo Amy Coney Barrett llegó a adoptar a sus niños, y el trato de ellos desde entonces”.

Sugiriendo posibles maltratos de la jueza a sus hijos haitianos, el activista dijo que “la adopción transracial está llena de trauma y potencial de daño, y todo lo que veo aquí es profundamente preocupante”.

Tras la polémica por sus palabras, John Lee Brougher ha restringido el acceso a sus publicaciones en Twitter.

El periodista Glenn Greenwald respondió a las críticas de Kendi contra Amy Coney Barret, y subraypo que “la adopción es una de las cosas más bellas que existe en el mundo, y mientras que –como todo, incluyendo familias biológicas– se puede fomentar el abuso, insinuar casualmente eso para padres adoptivos es despreciable”.

Sohrab Ahmari periodista y editor de opinión del New York Post, nacido en Irán y converso católico, dijo por su parte que “conozco mamás católicas con seis o siete niños (felices, pensativos, normales) que también son socias de importantes firmas legales, operadoras políticas, escritoras e intelectuales prolíficas, a menudo usando varios de esos sombreros a la vez. Y conozco personas solteras, sin hijos, que apenas pueden funcionar y no producen nada”.

“Estas mamás son prodigios del manejo del tiempo. El otro grupo pasa horas en la cama navegando en las redes sociales antes de siquiera levantarse”, dijo.

Ante cuestionamientos similares sobre su familia numerosa y sobre sus hijos adoptados cuando fue nominada por Trump en 2017 para el Tribunal de Apelaciones del Séptimo Circuito, Amy Coney Barrett no dejó de subrayar el valor de cada integrante de su familia.

Sobre su esposo, aseguró que “me saqué la lotería cuando me casé cuando me casé con Jesse. Hemos estado casados por 18 años y cada año mejor que el anterior”.

En esa ocasión asistió a la audiencia ante los senadores con sus padres, su esposo y tres de sus hijas mayores. “Nuestras 3 hijas mayores nos acompañan hoy. Emma tiene 16 y es nuestra hija mayor”, dijo.

“Vivian, (que está) junto a Emma, tiene 13. Vivian es nuestro milagro. Vivian se unió a nuestra familia. Ella nació en Haití y llegó a nuestro hogar cuando tenía 14 meses de nacida. Pesaba 11 libras (menos de 6 kilos) y era muy frágil. Nos dijeron que tal vez nunca podría caminar normalmente o hablar”, recordó.

“Hoy Vivian es una estrella en las pistas (de carreras) y les aseguro que no tiene problemas para hablar”, destacó.

Su tercera hija, Tess, señaló, “también tiene 13 años. Ambas están en octavo grado, y ella es una de las personas más compasivas y determinadas que conozco”.

En esa ocasión, la jueza Coney Barrett señaló que “nuestros otros 4 hijos están en casa con amigos y valientes niñeras. John Peter tiene 10 años y, como Vivian, John Peter nació en Haití. Se unió a nuestra familia en 2020 cuando tenía 3 años después del devastador terremoto en Haití”.

“Liam es el típico niño curioso de 8 años y Juliet es nuestra audaz niña de 6 años. Benjamin es nuestro hijo menor y tiene necesidades especiales. Eso representa retos especiales para todos nosotros, pero creo que todo lo que ustedes necesitan saber sobre el lugar de Benjamin en la familia se resume en el hecho de que todos los niños sin reservas lo identifican como su hermano favorito”, aseguró.

Tras la nominación de Amy Coney Barrett este 26 de septiembre se espera que el comité judicial del Senado programe audiencias con miras al voto en la cámara alta, que podría realizarse a fines de octubre.

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