La conferencista católica y activista provida Lianna Rebolledo, cuyo testimonio de vida ha conmovido a miles en todo el mundo, aseguró que solo Dios puede consolar el dolor de la muerte de un ser querido.
Lianna, de 44 años, fue secuestrada cuando tenía solo 12 años, y fue violada por sus captores.
Producto de la violación quedó embarazada. Lejos de abortar, Lianna tuvo a su hija Jeanette.
En 2018, Jeanette falleció a los 28 años, mientras luchaba con una neurofibromatosis tipo 2, una enfermedad congénita y sin cura.
Lianna, que ha dedicado su vida a la consejería de mujeres que sufren violencia y abuso, subrayó que “frente a la muerte de un ser querido la palabra ‘superar’ no aplica, porque superar es cuando enfrentas algo que puede tener solución. Pero ante la muerte no se puede superar el dolor”.
La conferencista católica explicó que durante el duelo las personas pueden “entrar en un estado de depresión, un estado de tristeza, un estado donde también hay una negación y hay un enojo, porque no puedes entenderlo”.
“Y poco a poco irá llegando esa paz y esa resignación, pero no la superación”, dijo, pues “definitivamente no se puede superar”.
“La realidad es que hay que aprender a vivir con ese dolor, con una nueva vida diferente, aprender a vivir con la ausencia de la persona que más hemos amado”, señaló.
Lianna resaltó que mientras que el “dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional”.
“Hay que encontrarle un sentido a la muerte”, indicó, y precisó que “no se trata de encontrarle un sentido a la pérdida. Se trata de encontrarle un sentido a tu vida y a la nueva vida que ahora te toca enfrentar, aprendiendo a vivir con la ausencia, encontrarle un ‘¿y para qué sigo yo aquí?’”.
Solo Dios “nos va a confortar ante un duelo”
“Yo pensé que no podría sobrevivir la ausencia de mi hija. Sin embargo, sigo aquí y ahí te das cuenta que las oraciones hacen una gran diferencia en la vida de los demás y es a través de la gracia de Dios que uno puede enfrentar el dolor”, señaló.
“Y tenemos que decidir qué aprendo de este dolor: o me transforma en una mejor persona y me trato de adaptar a la nueva circunstancia, a mi nueva forma de vida, o me amargo”.
Ante el importante drama personal de la muerte de un ser querido, Lianna resaltó la importancia de reconocer que “el amor de Jesucristo es el que nos va a levantar, el que nos va a confortar ante un duelo, solamente Él”.
“Solamente María Santísima, que vio a su hijo ser crucificado, nos va a entender”, añadió.
“Yo me aferro a Dios porque sé que entre más cerca esté de Dios, más cerca voy a estar de mi hija. Y me acerco más a la Virgen, porque estoy segura que ella tiene a mi niña con ella”, señaló.
Lianna destacó luego que “es necesario vivir el dolor de la pérdida el tiempo que sea necesario. Se dice que el tiempo ayuda pero no es así, (lo que ayuda) es lo que hagamos con nuestro tiempo para seguir adelante y reconocer la fragilidad de la vida”.
La conferencista católica y experta en consejería subrayó también la importancia de recibir ayuda psicológica y de participar en “grupos de acompañamiento”.
Sobre cómo ayudar a las personas que pasan por el dolor de la pérdida de un ser querido, Lianna señaló que “lo más importante es que hay que recordar que la única persona que puede consolar a un corazón roto es Cristo”.
“No hay ninguna palabra que pueda consolar a una persona que está experimentando el peor momento de su vida”, precisó.
“Lo más importante es la prudencia”, indicó, pues “muchas veces la persona está tan afectada que ni siquiera va a querer ser tocada y hay que pedirles hasta permiso: ‘¿Sí te puedo dar un abrazo?’”.
“Y decirles, simplemente ‘aquí estoy para lo que necesites’. Y muchas veces lo que la persona necesita es simplemente desahogarse, ventilar, sacar todas sus emociones, poder desahogarse y llorar”, señaló.
Para más información sobre el trabajo de Lianna Rebolledo, puede ingresar a su página oficial en Facebook, su perfil en Twitter y también en Instagram.
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