La policía de Cataluña detuvo hace algunos días a un monje cisterciense del Monasterio de Poblet en Tarragona (España), luego de ser acusado de tocamientos a una niña. El religioso fue liberado luego de algunas horas y puesto a disposición de un juzgado local.
Según informa el diario ABC, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña informó que al monje se le ha retirado el pasaporte con prohibición de salida del país, además se le ha impuesto el alejamiento mínimo de 200 metros de la víctima y la prohibición de comunicarse con ella.
Fuentes del monasterio citadas por TV3 señalaron que todo se trataría de una confusión. El pasado 15 de agosto y luego de celebrar Misa, el monje estuvo con una familia conocida suya y jugando con la niña haciéndole cosquillas.
La fuente del monasterio indicó que en un momento la niña se levantó la falda y el monje la habría tocado, algo que captó un turista alemán en una foto y que mostró a la policía. Los padres de la niña no presentaron denuncia por lo ocurrido.
De acuerdo a Catalunya Religió, el abad del monasterio, Octavi Vilá, informó de lo ocurrido al consejo del monasterio, al Arzobispo de Tarragona, Mons. Joan Planellas, y también al procurador general de la Orden cisterciense, Lucas Torcal.
En un comunicado publicado este jueves, el abad explicó que se han tomado varias medidas respecto al monje acusado.
La primera es la “prohibición cautelar al monje de ejercer en adelante sus derechos capitulares, de realizar cualquier actividad pastoral y de abandonar la clausura”.
La segunda es iniciar de manera inmediata “la investigación previa canónica, siempre de acuerdo con lo previsto en la legislación civil para estos casos, con el fin de informar de los hechos a la Congregación para la Doctrina de la Fe tan pronto sea posible”.
Como tercera medida se ha dispuesto la “colaboración plena con las autoridades policiales y judiciales con el fin de esclarecer los hechos y depurar las responsabilidades que pudieran derivarse, respetando siempre el derecho a la presunción de inocencia del acusado”.
En el comunicado del monasterio, fundado en el siglo XII y considerado uno de los conjuntos monacales más importantes de Europa, los monjes expresaron su “solidaridad y apoyo con todos aquellos que puedan sentirse afectados con estos hechos, particularmente con la familia de la menor”.
“Nos duele profundamente esta situación y manifestamos de manera contundente el compromiso y la voluntad de luchar contra todo tipo de abusos en la Iglesia”, afirmaron en el comunicado.
“Este monasterio, lugar querido por los catalanes y gente de todo el mundo para la acogida religiosa y cultural que se presta, con las oportunas medidas de prevención que se están implementando, debe ser un lugar absolutamente seguro para la infancia y la juventud”, señalaron los monjes.
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