Los capellanes de las cárceles de Italia, junto con Cáritas Italiana, promueven una jornada de oración en las cárceles del país por Afganistán, país que acaba de caer bajo el control de los talibanes.
La iniciativa, inspirada por “las dramáticas imágenes de un país prisionero en el miedo y en el terror que plantean interrogantes e invitan a la solidaridad humana y espiritual”, se desarrollará el sábado 28 y el domingo 29 de agosto.
Con este proyecto, los capellanes de la pastoral carcelaria de Italia dan respuesta al pedido del Papa Francisco planteado en el Ángelus del pasado domingo 15 de agosto, en que pidió a toda la Iglesia, y a todas las personas de buena voluntad, rezar con él por Afganistán.
Afganistán atraviesa un período de incertidumbre tras la conquista de todo el país en unas pocas semanas, por parte de los milicianos talibanes, en una ofensiva que concluyó con la toma de la capital, Kabul, y el derrocamiento del gobierno.
La toma de poder por parte de los talibanes coincide con la salida de las tropas occidentales, presentes en el país desde hace 20 año, y hace temer la instauración de un régimen islamista que instaure la aplicación radical de la ley islámica.
Ante la posibilidad de que se inicie una ola represiva una vez concluya la salida de las tropas internacionales, decenas de miles de afganos se han agolpado junto al aeropuerto de Kabul para tratar de subirse a alguno de los aviones de los ejércitos occidentales que están evacuando a su personal y colaboradores.
El Inspector de los capellanes de las cárceles de Italia, Raffaele Grimaldi, explicó que “sólo donde hay sufrimiento y el drama de la soledad, se puede comprender mejor el sufrimiento del otro”.
Por ello, “invito a los capellanes de nuestras instituciones penitenciarias, que siguen con preocupación la suerte del pueblo afgano, junto con los voluntarios y trabajadores, promuevan una oración sinodal para que, durante la Santa Misa del sábado 28 y del domingo 29 de agosto, nuestros Institutos puedan convertirse en verdaderos ‘Cenáculo’ de solidaridad y cercanía al pueblo afgano”.
Afirmó que “la oración del corazón nos hace sentirnos cercanos a un pueblo lejano; nadie se siente lejano porque la Iglesia siempre ha abierto sus puertas a la solidaridad y a la acogida construyendo diálogo con todos, única vía posible para socorrer a pueblos en dificultad como el de Afganistán, donde los débiles son aplastados por la violencia”.
Además, aseguró que “los detenidos de nuestros institutos, a pesar de su condición de encarcelados, siempre están pendientes de los dramas y de las situaciones difíciles fuera de los muros”.
Por su parte, el director de Cáritas Italiana, Francesco Soddu, destacó que “la experiencia de la pandemia nos ha recordado cuán frágiles somos y que es fundamental sentirse parte de una misma familia humana donde cada uno necesita ayuda de los demás”.
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