El Papa Francisco invitó a los participantes de la 25º Misa de la Esperanza de la Diócesis de Quilmes (Argentina) a sentirse “necesitados del amor y la mano de Dios” para, de esa forma, celebrar la Jornada Mundial de los Pobres.
El videomensaje del Papa Francisco fue transmitido al iniciar la Misa de la Esperanza online del 14 de noviembre.
“No se olviden que todos somos pobres. Todos tenemos pobrezas que tratamos de esconderlas, para que no se vean, porque nos dan vergüenza. Otros muestran su pobreza, es más material y sufren mucho por su pobreza”, expresó.
“Es de alguna manera ‘el mirar’, tender la mano al pobre para que también otros tiendan su mano a nuestra pobreza y nos cure por dentro”, explicó el Santo Padre.
“Solamente, si nos sentimos todos pobres, necesitados del amor y la mano de Dios, podremos celebrar la Jornada de los Pobres como Jesús quiere”.
“Misa de Esperanza, Jornada de los Pobres. Que Dios los bendiga y no pierdan la paz y la alegría, porque Jesús nos da eso. Y recen por mí, por favor”, concluyó el Santo Padre.
La tradicional Misa de la Esperanza online fue presidida por el Obispo de Quilmes, Mons. Carlos Tissera, y concelebrada por el Obispos Auxiliar, Mons. Marcelo Margni, desde la capilla del Obispado.
En su homilía, Mons. Tissera expresó que “la esperanza nos libera del miedo y del aislamiento del egoísmo y la comodidad, la esperanza nos enciende para iluminar en medio de la noche del dolor y de la impotencia; ella nos anima para sostenernos unos a otros y gestar lo nuevo, lo inédito, eso que sólo el amor puede hacer: una nueva humanidad”.
Al recordar los inicios de la Misa de la Esperanza motivada por la creciente pobreza de esos años, el Obispo de ese entonces Mons. Jorge Novak, “invitó a rezar” a “acudir a ese Dios que siempre escucha al pueblo que sufre”.
Mons. Novak era un hombre que “confiaba en Dios en medio de las angustias”.
Asimismo, el Obispo de Quilmes pidió vivir la esperanza que “mueve a seguir confiando y a no cansarnos en la entrega y el servicio”.
Mons. Tissera agradeció a quienes con generosidad han dedicado su tiempo y sus energías “para ‘tender la mano al pobre”, en este momento de emergencia sanitaria y “a todos aquellos que Dios ha puesto en nuestro camino. Esos gestos de amor son testimonio de Jesús vivo entre nosotros”.
Antes de concluir, se mostró un video donde personas agradecieron la ayuda recibida durante este tiempo de pandemia desde Cáritas diocesana y también los voluntarios expresaron su sentir respecto a su colaboración con esta misión.
La Misa fue antecedida por jornadas de reflexión online en torno a la “Oración y solidaridad", la "Opción por los pobres", "La vorágine de la indiferencia", "Manos de consuelo", "Una nueva fraternidad" y "Finalidad de nuestra acción".
Amistad con los pobres
Por su parte, el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), Mons. Oscar Ojea, recordó en un videomensaje que el Papa Francisco instituyó la Jornada Mundial de los Pobres para que las comunidades “sean inclusivas de todos los hermanos, por supuesto de los pobres” y para visibilizar algunas realidades, que son importantes que se tengan presentes, como la realidad de la pobreza”.
“Pero fundamentalmente, para que podamos participar en una igualdad de dignidad, de la amistad de los pobres. El Papa, a través de esta fiesta, nos quiere invitar a hacernos amigos de todos aquellos que nos enseñan tantas cosas”, aseguró.
“El Señor nos ha llenado de dones para fructificar, pero cuando lleguemos al fin de los tiempos, la presencia de Jesús nos dirá en el último día ‘¿dónde está tu hermano?’. Esa es la pregunta fundamental: ¿qué hemos hecho o no hecho por él? ¿esos dones han fructificado para gloria de Dios y para el servicio de los hermanos?”, cuestionó.
En ese sentido, el también Obispo de San Isidro alentó a “desarrollar, fructificar y fecundar los talentos que el Señor nos da, para que podamos responder en el día final esa pregunta fundamental: ¿dónde está tu hermano?”, concluyó.
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