Este viernes 27 de noviembre la Iglesia celebra la fiesta de la Virgen de la Medalla Milagrosa. Por esta ocasión, el Santuario de la Madonna del Miracolo en Roma anunció las celebraciones en su honor.
Del 18 al 26 de noviembre se lleva a cabo la novena a la Virgen de la Medalla Milagrosa luego de la Misa cotidiana.
El día 27 el Santuario estará abierto durante toda la jornada: desde las 6:30 a.m. hasta las 9:00 p.m. (hora de Roma).
Las Misas se celebrarán a las 7, 8 y 10 a.m., luego al mediodía, a las 3:30 p.m., a las 6:00 p.m. y a las 8:00 p.m.
Al término de cada Misa se bendecirá las medallas de los fieles y se recitará la llamada “Súplica a la Madona”.
La Misa del mediodía será celebrada por el párroco P. Giacomo M. D'Orta, y la Eucaristía solemne de las 6:00 p.m. será oficiada por el Cardenal Mauro Piacenza, Penitenciario Mayor de la Iglesia.
El evento, informa ACI Stampa, agencia en italiano del Grupo ACI, “es una bella ocasión para llevar la bondad de María a muchísimos corazones, que esperan y quieren caminar, siguiendo los pasos de la Doncella de Nazaret que no desampara jamás a quienes se confían a ella”.
"Haz que se acuñe una medalla según este modelo. Todos cuantos la lleven puesta recibirán grandes gracias. Las gracias serán más abundantes para los que la lleven con confianza", dijo la Virgen María a Santa Catalina Labouré el 27 de noviembre de 1830, hace 190 años.
En la aparición, la Madre de Dios estaba con una túnica blanca y un velo del mismo color que cubría su cabeza hasta los pies. Su rostro era bellísimo. Los pies se posaban sobre un globo blanco y aplastaban una serpiente.
Sus manos, a la altura del corazón, portaban un globo pequeño de oro, coronado con una crucecita. En los dedos aparecieron anillos con piedras preciosas que brillaban y alumbraban en toda dirección.
La aparición se repitió hacia fines de diciembre de 1830 y a principios de enero de 1831. En un principio la medalla era llamada “de la Inmaculada Concepción”, pero cuando se expandió la devoción y se produjeron muchos milagros, se le llamó “La Medalla Milagrosa”, como es conocida hasta hoy.
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