El sacerdote hizo su pronunciamiento, a través del sitio web de Courage, ante las muchas preguntas que ha recibido en los últimos días y recordó que “Jesús siempre dio su gracia a San Pedro y sus sucesores para que enseñen a la Iglesia con claridad. Cuando uno de esos sucesores expresa su opinión en entrevistas o de modos similares, tenemos que escuchar atentamente y tratar de entender y respetar su juicio como nuestro Santo Padre”.
El P. Bochanski indicó luego que el Papa Francisco “sabe que tales comentarios no son lo mismo que el Magisterio, es decir la autoridad y responsabilidad para enseñar definitivamente sobre materias de fe y moral que el Señor Jesús confió al Papa y los obispos en comunión con él”.
“Nuestra fe es firme en que, cuando el Papa y los obispos ejercitan el Magisterio y enseñan definitivamente, el Espíritu Santo siempre los guía y evita que enseñen erróneamente. Esto es verdad en los temas de sexualidad, matrimonio y familia como con cualquier otro asunto de fe y moral”.
La declaración aparece luego que se conocieran algunas afirmaciones del Papa en el documental Francesco, estrenado en Roma el miércoles 21 de octubre.
En el documental se oye al Papa decir que “las personas homosexuales tienen derecho a estar en la familia. Son hijos de Dios, tienen derecho a una familia. No se puede echar de la familia a nadie, ni hacer la vida imposible por eso”. “Lo que tenemos que hacer es una ley de convivencia civil. Tienen derecho a estar cubiertos legalmente”, dijo el Papa Francisco. “Yo defendí eso”, añadió.
El director de Courage recordó que “la verdad –que Dios ha establecido como único contexto para el don total de uno mismo que se refleja en la intimidad sexual– está fundada en la naturaleza de la persona humana, en la Palabra de Dios revelada, y en la consistente enseñanza de la Iglesia. Las relaciones sexuales son solo moralmente buenas en el contexto del matrimonio permanente y fiel entre un hombre y una mujer, cuya relación está abierta a tener hijos. Esa es una enseñanza que no puede y no será cambiada por nadie”.
“Las consecuencias morales de esta verdad están claramente enunciadas en las secciones del Catecismo de la Iglesia Católica que hablan de la creación del hombre y la mujer (numerales 355 a 384), el sacramento del matrimonio (numerales 1601 a 1666), y en el sexto y noveno mandamientos (numerales 2331 al 2400, y 2514 al 2533). Los exhorto a leer y meditar estas bellas enseñanzas expresadas allí, que Cristo nos ha impartido a nosotros su Iglesia”.
El P. Bochanski recordó que la Iglesia Católica tiene “un marco claro de principios para su juicio sobre normas civiles para proteger u otorgar derechos a las personas que viven juntas en una relación del mismo sexo”.
El sacerdote se refirió al documento que en 2003 el entonces Cardenal Joseph Ratzinger (Benedicto XVI), bajo la dirección del Papa San Juan Pablo II, emitió la Congregación para la Doctrina de la Fe enseñó sobre las uniones homosexuales.
El texto precisa que “el respeto hacia las personas homosexuales no puede en modo alguno llevar a la aprobación del comportamiento homosexual ni a la legalización de las uniones homosexuales. El bien común exige que las leyes reconozcan, favorezcan y protejan la unión matrimonial como base de la familia, célula primaria de la sociedad”.
Asimismo se resalta en el documento que “reconocer legalmente las uniones homosexuales o equipararlas al matrimonio, significaría no solamente aprobar un comportamiento desviado y convertirlo en un modelo para la sociedad actual, sino también ofuscar valores fundamentales que pertenecen al patrimonio común de la humanidad. La Iglesia no puede dejar de defender tales valores, para el bien de los hombres y de toda la sociedad” y que el apoyo de los políticos a tales uniones es “gravemente inmoral”.
En su declaración, el P. Bochanski explicó que “no debemos olvidar que el Santo Padre de hecho no mencionó este marco sino que empezó sus declaraciones insistiendo que la gente que experimenta la atracción del mismo sexo no debe ser nunca rechazada o excluida por sus propias familias”.
“Sabemos que esto es verdad porque está en el mismo corazón de nuestro apostolado EnCourage en el que sus padres, esposos, hermanos y amigos que rezan mucho por sus seres queridos y por la gracia de mantener la fe mientras mantienen a sus familias fuertes e intactas, ya viven heroicamente lo que el Santo Padre le está pidiendo a todo el mundo”, continuó el sacerdote.
“Ustedes los miembros de Courage que hacen tantos sacrificios mientras luchan por la castidad, la hermandad orante y una auténtica amistad son un testimonio heroico para el mundo de que una persona no necesita estar en una relación sexual para dar y recibir amor que es sincero, leal y pleno”.
El director de Courage International dijo además que “los medios en los últimos días los han dejado sintiéndose ansiosos, no vistos e incluso rechazados, pero nada puede estar más lejos de la realidad. La enseñanza de la Iglesia en estos importantes temas está encarnada y es clara en sus vidas cotidianas”.
“Las declaraciones del Papa sobre amar y proteger a nuestros hermanos y hermanas que experimentan la atracción del mismo sexo no los alejan de su testimonio sacrificado y heroico. ¡Ellos dependen de esto!”.
El P. Bochanski resaltó además que “la Palabra de Dios que Él ha confiado a la Iglesia y la enseñanza que fluye de ella, es invariable, y ‘las puertas del infierno no prevalecerán sobre ella’. Más importante, el amor que compartimos en nuestro apostolado es más fuerte que nunca y cada desafío que afrontamos hoy nos hace más fuertes”.
“Hemos construido en bases firmes y necesitamos no tener miedo a las tormentas que llegan del mundo a nuestro alrededor”, concluyó.
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