El NINS en Pittsburgh, Pensilvania (Estados Unidos), supervisa el proyecto Newman, que tiene por objetivo ofrecer reproducciones digitales nítidas de más de un millón de páginas de documentos relacionados con el teólogo inglés del siglo XIX.
San Newman fue un presbítero anglicano convertido al catolicismo en 1845 y elevado a cardenal por el Papa León XIII en 1879. A partir de su canonización el 13 de octubre de 2019, que fue la última ceremonia realizada en el Vaticano antes de la pandemia del COVID-19, surgió un renovado interés en su vida y obra.
En declaraciones a CNA, -agencia en inglés del Grupo ACI-, Daniel T. Michaels, director de tecnología de NINS dijo que a diferencia de otros recursos en línea de Newman, NINS Digital Collections no se limita a sus escritos, sino que incluye cartas de miles de personas.
“Hasta ahora hemos catalogado a 1.840 personas diferentes que le escribían a Newman o a quienes Newman escribió. Hasta el momento tenemos hasta 17.980 documentos. Hemos llegado a cubrir 75 cajas de más de 200. Así que ni siquiera estamos a mitad de camino”, dijo.
En los últimos dos años, el equipo de NINS trabajó para crear un archivo en línea gratuito de más de 250 mil imágenes de manuscritos, más de cuatro mil libros y artículos publicados por Newman y sus contemporáneos, registros de bibliotecas, fotografías, mapas y partituras musicales.
Michaels indicó que desde mediados de la década del 2000 escanearon muchas de las obras de Newman como ‘A Grammar of Assent’ (Una gramática de asentimiento) o ‘The Idea of a University’ (La idea de una universidad), que subieron inicialmente a archive.org y que si bien ahora los están recuperando, seguirán disponibles en los dos sitios web.
Anunció que “los manuscritos escritos a mano de Newman están disponibles en las colecciones digitales de NINS por primera vez” y que “muchos de ellos nunca antes se habían visto”. Dijo que están “bastante satisfechos” por publicar en su propia web estas obras que tenían escaneadas durante mucho tiempo.
También destacó el avance tecnológico detrás del proyecto, pues el sitio web muestra imágenes “usando una gran cantidad de código personalizado junto con varias tecnologías de código abierto, incluido el Marco Internacional de Interoperabilidad de Imágenes, o ‘triple –IF’, interfaz de programación” que da un acceso a recursos basados en imágenes “sin precedentes”.
Para explicar esta tecnología la comparó con un pastel de bodas de varios niveles. Dijo que la capa inferior del pastel es la imagen de alta resolución completa. La siguiente capa tiene la mitad de la resolución, la siguiente la mitad de ella, y así sucesivamente, hasta que la capa superior del pastel es tan pequeña como la yema de un dedo.
“Cortamos cada capa [de la torta] en rodajas digitales. Una versión impresa de la imagen real puede tener el tamaño de una pared completa y contener cientos de megabytes. Pero solo una fracción cabe en su computadora, por lo que entregamos porciones, bytes en lugar de megabytes, ya que son necesarios para mejorar la velocidad”, dijo.
Los servidores IIIF renderizan “porciones” del documento que el usuario selecciona según la capa de resolución más apropiada del “pastel”. Así, cuando el usuario hace zoom, se toma una “porción” de la capa de alta resolución de la parte inferior del pastel y cuando el usuario se aleja, se toma una “porción” de la capa de menor resolución ubicada por la parte superior del “pastel”.
“Entonces, cuando acercas y alejas, en realidad solo estás cargando los datos que pertenecen a lo que sea que estés mirando, algo así como Google Maps o Google Earth”, explicó y destacó que el proceso es “no destructivo”, o sea que las imágenes originales se conservan intactas.
Para explicarlo, mostró en su pantalla la imagen escaneada de la partitura manuscrita original de “El sueño de Gerontius”, una composición de Edward Elgar de 1900 inspirada en el poema de Newman de 1865, y a su derecha colocó la imagen del manuscrito creado por una técnica conocida como retroiluminación que revela las correcciones que Elgar hizo a la partitura.
Luego, señaló con el cursor hacia donde el compositor había cubierto una sección de la música y dijo: “Se puede ver que hay papel pegado encima”.
Gracias a la tecnología, ahora “los eruditos pueden ver debajo de las cosas de una manera que no es posible con el manuscrito físico y solo a simple vista. ¿Qué cambió? ¿Qué está ocultando o cómo cambió la partitura? Es realmente increíble para la musicología. También podemos hacer lo mismo con los manuscritos escritos a mano”, añadió.
Al preguntarle si la escritura poco legible de Newman era un desafío, dijo que están en “proceso de construir otro motor OCR [reconocimiento óptico de caracteres] utilizando Transkribus, una plataforma alemana. Está hecho específicamente para la escritura a mano del siglo XIX. Podemos entrenarlo para que entienda la letra de Newman. Entonces la precisión es asombrosa”.
Michaels está orgulloso de una función en el sitio web que permite a los académicos buscar en el registro de préstamos de Newman en la Biblioteca “Senior” de Oriel College, de la Universidad de Oxford. “Se puede comparar lo que Newman escribió con lo que leía en un tiempo específico ¿Con qué frecuencia tienes la oportunidad de hacer eso?” dijo.
Sobre ello, dijo que recientemente un investigador pudo descubrir qué obras de Santo Tomás de Aquino estaba leyendo Newman en un momento determinado y que esto le ayudó a notar si el santo dominico influyó en las opiniones de Newman sobre un tema específico.
“Es realmente valioso para los estudiosos de Newman, para que puedan entender qué hay detrás de lo que estaba escribiendo. No siempre habrá prueba o evidencia indiscutible, pero seguro que ayuda”, afirmó.
NNS Digital Collections tiene obras monumentales publicadas por el propio Newman como su autobiografía “Apologia Pro Vita Sua” y “Ensayo sobre el desarrollo de la doctrina cristiana”, cuyas imágenes son más nítidas que las de su antiguo sitio web Newman Reader, señaló.
Newman Reader “es una versión HMTL de las obras de Newman” que “parece que fue hecho en 1995” y que si bien “sirvió para una gran necesidad”, “tiene muchos errores”. La nueva plataforma “muestra los trabajos originales publicados. Por lo tanto, en lugar de leer documentos HTML estáticos, puede leer, buscar y hacer zoom en el contenido real”, explicó.
Además, dijo que “es mucho más fácil que el antiguo Newman Reader”, pues añadieron una ventana de búsqueda que permite localizar millones de palabras o frases específicas de todas las colecciones cuando examinan libros y que esto no se ve con frecuencia en colecciones IIIF.
Para Michaels, la crisis del coronavirus aumentó su productividad, pues aunque siempre se comunican de forma remota porque el equipo está en tres países, el personal que trabajaba en una biblioteca física tuvo más flexibilidad para unirse al proyecto virtual.
Michaels, que también es doctor en teología franciscana medieval y arquitecto de un sitio web con obras fundamentales de la tradición franciscana, dijo que mientras trabajaba en este proyecto descubrió la dimensión pastoral de Newman.
“El Newman que la mayoría de personas conoce es muy pesado. Él es obviamente muy académico”, dijo. El santo se desempeñó como párroco y sus cartas suelen referirse a asuntos prácticos como la construcción de escuelas y el cuidado de los huérfanos, añadió.
Si bien el equipo está ocupado perfeccionando la plataforma, Michaels espera que algún día puedan compartir su modelo pionero a bajo costo con otras instituciones. “Nos costó mucho dinero hacerlo y afortunadamente tuvimos benefactores muy generosos. Pero, por un costo muy bajo, podríamos hacer esto posible para que otras personas lo compartan”, dijo.
El proyecto Newman es valioso porque “estamos preservando el pasado para servir al futuro. Si no entendemos dónde hemos estado, será difícil entender quiénes somos y adónde debemos ir sin volver a cometer más errores”, concluyó.
Traducido y adaptado por Cynthia Pérez. Publicado originalmente en CNA.
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