“Estad atentos, el diablo es un seductor, no dialoguen con él nunca, porque es más listo que nosotros y nos lo hará pagar. Cuando viene una tentación, nunca dialogar. Cierra la puerta, cierra la ventana, cierra el corazón. Y así nos defendemos de esta seducción. Porque el diálogo es astuto, es inteligente”, remarcó.
“¿Habéis entendido bien esto?”, preguntó el Santo Padre, al tiempo que aconsejó a los fieles estar atentos y no “entretenerse con las tentaciones”. Para el Pontífice, si viene la tentación, “hay que cerrar la puerta para custodiar el corazón”.
“Uno debe ser el guardián de su propio corazón, y por eso no dialogamos con el diablo. Esta es la recomendación que encontramos en varios padres y santos, y nosotros debemos pedir esta gracia, aprender a custodiar el corazón”, señaló.
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