El Santo Padre recordó que los migrantes “son rostros y no números”, que hay que sacar “de los tentáculos de organizaciones criminales, capaces de especular sin piedad con sus desgracias”.
“Se le encomienda la ardua tarea de organizar una acogida ordenada sobre el terreno, basada en la integración y la inclusión constructiva en el tejido local”, destacó.
Asimismo, aseguró que “debemos tener cuidado. Hay que acoger, acompañar, promover e integrar a los inmigrantes. Si no hay esto, hay peligro; si no hay este camino hacia la integración, hay peligro”.
Remarcó asimismo, su preocupación por la baja natalidad en Italia, una “tierra donde faltan niños, y vienen migrantes”.
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