El Santo Padre dijo estas palabras durante la audiencia que concedió a los figurantes del nacimiento vivo que se presentó esta tarde en la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma.
“Sabemos cuál es la situación a causa de la guerra, consecuencia de un conflicto que dura décadas”, indicó el Pontífice. Para los habitantes de Belén y del resto de Tierra Santa “se preanuncia una Navidad de dolor, de luto, sin peregrinos, sin celebraciones”, manifestó.
La mayoría de los cristianos de Tierra Santa viven del turismo y de las peregrinaciones, por lo que la cancelación de estas ha provocado la ausencia de recursos para las familias.
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