El P. Eduardo Hayen Cuarón, director del semanario Presencia de la Diócesis de Ciudad Juárez (México), advirtió recientemente sobre la “trampa” que es el sexo antes del matrimonio, y aseguró que se debe “prevenir a las nuevas generaciones”.
En su artículo titulado “La trampa del sexo prematrimonial”, el P. Hayen Cuarón lamentó que muchas parejas de novios tienen relaciones sexuales antes del matrimonio y “se justifican diciendo que es lo normal y que todos lo hacen; o bien quieren probar su hombría o su feminidad”.
“Otros lo hacen por curiosidad o por no querer que les digan anticuados o cuadriculados. Muchos creen que tener relaciones sexuales con su pareja o con personas ocasionales es algo inofensivo, pero no es así”, señaló.
El sacerdote mexicano recordó que “Dios creó un sistema llamado ‘matrimonio y familia’ para traernos al mundo. Nacemos y convivimos en familia, aunque sabemos que la convivencia no siempre es fácil”.
“A veces hay roces y conflictos que causan daño, y se necesita amor y voluntad para resolverlos”, indicó.
El P. Hayen Cuarón señaló que “en 2017 celebré el aniversario matrimonial número 76 de mis abuelos, que hoy ya han entrado en la vida eterna”.
“76 años es una edad a la que no llegan muchas personas. Ellos los vivieron ¡de casados!”, destacó.
“¿Qué hace Dios para ayudar a mantener unidos a los esposos? Algo asombroso. En su sabia providencia, dispuso que entre el marido y la mujer se creara una hormona cuando se unen en intimidad sexual”, dijo.
El sacerdote indicó que “la hormona se llama oxitocina y funciona como una especie de super pegamento emocional que los une psicológicamente, que hace que quieran permanecer unidos y que no vean sus mutuos defectos”.
“El sexo, entonces, no es algo que se realiza con el cuerpo mientras que el corazón y el alma se quedan afuera. El sexo crea ese vínculo emocional que los hace sentirse en comunión de personas”.
“En el matrimonio es algo increíble porque se produce a través de la oxitocina cuando los esposos tienen relaciones íntimas. La misma oxitocina se produce cuando una madre está en su período de lactancia y amamanta a su bebé. Hay un vínculo emocional muy fuerte causado por la hormona que enlaza a la madre y al hijo”, continuó.
El P. Hayen Cuarón resaltó que “el mismo acto que engendra una familia –el acto sexual de los esposos– es el acto que les ayuda a vivir su compromiso matrimonial”.
“Hoy muchas parejas de novios, al fornicar sin estar casados, producen oxitocina durante su excitación sexual, y así crean entre ellos ese vínculo emocional fortísimo que los hace querer permanecer unidos, pero sus mentes se ofuscan para conocerse profunda y realmente el uno al otro. Han entrado en una zona de peligro”.
Al tener relaciones sexuales prematrimoniales, indicó, los jóvenes “en realidad han caído en la trampa que los puede llevar a cometer el gravísimo error de casarse con la persona equivocada. El divorcio es la consecuencia más dolorosa”.
“Por eso el sexo no es cualquier cosa. Tiene consecuencias emocionales”, advirtió.
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