Un importante sacerdote católico que despliega su ministerio en Rusia expresó el profundo agradecimiento de la Iglesia por la consagración al Inmaculado Corazón de María realizada por el Papa Francisco, y aseguró que “ya podemos ver algunos frutos”.
Entrevistado por ACI Prensa, el P. Kirill Gorbunov, vicario general de la Arquidiócesis Católica Romana de la Madre de Dios en Moscú y portavoz de la Conferencia de Obispos Católicos de Rusia, dijo que “los católicos en Rusia están muy agradecidos al Santo Padre por su iniciativa de consagrar Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María”.
“Este es un gesto fuerte que une a nuestras naciones ante Dios y nos recuerda la responsabilidad de cada uno de nosotros, porque los grandes cambios sociales comienzan siempre con la conversión del corazón de cada persona”, expresó.
El sacerdote subrayó además que “ya podemos ver algunos frutos de esta consagración en el desarrollo de los acontecimientos”.
Para el sacerdote ruso “el Papa Francisco es muy valiente y honesto al expresar sus opiniones y, al mismo tiempo, muy fiel a la doctrina social de la Iglesia”.
“Ya habló muchas veces sobre la responsabilidad común por los conflictos en curso en todo el mundo y tiene mucho cuidado de no echar toda la culpa a una nación, porque esto no permite ningún proceso de paz significativo”.
“Dicho esto, tiene muy claro lo más importante: la guerra es una locura, es contraria a la voluntad de Dios y debe detenerse de inmediato”, señaló.
El 25 de marzo de este año, Papa Francisco consagró “la Iglesia y la humanidad entera, de manera especial Rusia y Ucrania” al Corazón Inmaculado de la Virgen María.
“Acoge este acto nuestro que realizamos con confianza y amor, haz que cese la guerra, provee al mundo de paz”, pidió el Santo Padre a la Virgen.
El Papa Francisco realizó la consagración tras un pedido de los obispos católicos de rito latino en Ucrania, que recordaron la solicitud que hizo la Virgen en Fátima, Portugal, en 1917.
Las tensiones entre Ucrania y Rusia escalaron desde marzo de 2021. El 24 de febrero de este año, Vladimir Putin, presidente ruso, ordenó el inicio de la invasión de Ucrania.
De acuerdo a la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, al 23 de mayo se estima que el conflicto armado ha dejado 3.930 muertos, de los cuales 257 son menores de edad.
Otras 4.532 han resultado heridas, de los cuales 394 son menores de edad.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), estima que más de 6,5 millones de refugiados han tenido que huir de Ucrania desde el 24 de febrero.
“Nuestra vida también cambió” tras la invasión a Ucrania
El P. Kirill Gorbunov lamentó que “las personas de afuera usualmente no tienen idea de cuán pequeña es actualmente la comunidad católica en Rusia”.
“Los católicos en general son menos del 1% de la población y el número de practicantes creyentes es aún menor”, dijo.
“Ahora solo hay tres construcciones de iglesias católicas en Moscú (dos históricas y una nueva), la capital de 12,5 millones de habitantes, comparadas con las mil iglesias ortodoxas rusas”, señaló.
A pesar de la poca influencia que pueden tener los fieles católicos en la vida de la sociedad rusa, el sacerdote destacó que “ciertamente nos sentimos parte de ella, y al mismo tiempo nos sentimos honrados de ser representantes de la Iglesia Católica a nivel mundial”.
“Nuestra vida también cambió por la acción militar en curso en Ucrania, que percibimos como un evento profundamente trágico”, aseguró.
“Inmediatamente después del comienzo del conflicto, nuestros cinco obispos católicos rusos en una carta conjunta expresaron su conmoción y pidieron el fin inmediato del conflicto armado. Por desgracia, esto no sucedió”, añadió.
El vocero del episcopado ruso aseguró que los católicos en el país “seguimos rezando para que se salven vidas humanas y se evite una mayor escalada del conflicto”.
“Muchas familias aquí son mixtas ruso-ucranianas y es una fuente de gran sufrimiento para ellas. También en nuestras comunidades a la gente le resulta difícil orar junto con aquellos que tienen una opinión diferente sobre los asuntos de actualidad. Esta es una gran prueba para la unidad de la comunidad eclesial”, dijo.
La devoción a la Virgen María: “Un vínculo importante” entre católicos y ortodoxos en Rusia
El P. Kirill Gorbunov resaltó que “la devoción mariana entre los católicos de Rusia es muy fuerte y también es un vínculo importante que nos une con nuestros hermanos de la Iglesia Ortodoxa Rusa”.
“A pesar de los muchos malentendidos que nos dividen y el éxito limitado en el diálogo entre nosotros, tenemos un gran consuelo en este tesoro común nuestro”, señaló.
“En mayo no solo rezamos el Rosario todos los días en nuestras parroquias, sino que también buscamos profundizar nuestra comprensión de lo que la Santísima Virgen significa para nosotros”, reiteró.
El P. Gorbunov destacó que “aquí en Moscú ya hemos proyectado dos veces una nueva película sobre las apariciones de Fátima realizada conjuntamente por ortodoxos rusos y católicos”.
En este tiempo además, católicos y ortodoxos en Rusia han profundizado “juntos sobre los misterios contenidos en esta importante revelación para el mundo de nuestro tiempo: ¿Por qué Nuestra Señora se apareció a los sencillos y niños pequeños? ¿Por qué Rusia juega un papel tan destacado en esta revelación, si la conversión de Rusia predicha por Nuestra Señora ya sucedió y cómo podemos ser parte de esta conversión en curso?”.
En medio de la crisis y a pesar de los recursos “muy limitados” con los que cuenta la Iglesia Católica en Rusia, el sacerdote destacó que las estructuras de Cáritas atienden a las personas necesitadas.
“Cada vez más personas vienen a nuestras iglesias no con preguntas sobre el sentido de la vida, sino con el simple pedido de un pedazo de pan y un lugar para dormir. Nuestras comunidades tienen que estar abiertas para conocer a esas personas”, expresó.
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