En la mañana de este lunes 16 de mayo, el Papa Francisco recibió en audiencia a los rectores de 13 universidades públicas de Roma y del Lacio, región situada en el centro de Italia.
Tras darles la bienvenida, el Papa Francisco defendió que las universidades “en este momento histórico concreto tienen encomendada una tarea de gran responsabilidad”.
En esta línea, el Papa recordó los años de la pandemia y “la tercera guerra mundial en pedazos de Europa” a la que ha hecho referencia más de una vez.
El Santo Padre definió esta situación como “un reto que tiene una fuerte implicación cultural, intelectual y moral” y aseguró que “este escenario se presenta ante las generaciones más jóvenes, con el riesgo de generar un clima de desánimo y desconcierto, de pérdida de confianza, y lo que es peor, de adicción”.
Por ello, el Papa Francisco defendió la necesidad de realizar una “inversión educativa” ya que “es verdaderamente importante el servicio que puede prestar la universidad; que ustedes y las universidades que representan, cada una con sus propias características, pueden aportar para repensar y adaptar nuestros modelos de desarrollo, reuniendo las mejores energías intelectuales y morales”, dijo el Papa a los rectores.
“Los estudiantes no se conforman con la mediocridad, con la mera repetición de datos, ni siquiera con una formación profesional sin horizonte”, dijo el Papa a continuación.
Asimismo, el Pontífice animó a los presentes a “escuchar a los estudiantes” y destacó la importancia de “formar a jóvenes capaces de aportar algo nuevo al mundo del trabajo y de la sociedad, para formarlos también en el respeto a uno mismo, en el respeto al prójimo, a la creación y al Creador”.
“En la promoción de la excelencia en los estudios y la investigación, les pido que estén atentos para que todos los que lo merecen y carecen de medios puedan ejercer plenamente su derecho al estudio y la formación”, pidió el Papa.
“Espero que las suyas sean comunidades vivas, transparentes, activas, acogedoras, responsables, en un clima fructífero de cooperación, intercambio y diálogo, valorando a todos y cada uno”, dijo a continuación.
Además, el Papa Francisco recordó en Jubileo que se celebrará en el año 2025 y destacó que “que sólo tres años después de la primera celebración del Jubileo, en 1300, se estableció el Studium Urbis, para mostrar en la práctica y reafirmar la relación nativa entre la Iglesia y la institución universitaria, una de las expresiones más antiguas y paradigmáticas de la civilización europea, que luego se desarrolló en todo el mundo”.
“Esta antigua y consolidada relación -continuó el Papa Francisco-, en distinción y cooperación, estamos llamados a desarrollarla y continuarla en la construcción responsable y sostenible de vías de desarrollo”.
“El lema del próximo Jubileo de 2025, ‘Peregrinos de la esperanza’, puede expresar entonces este compromiso convergente, hacia objetivos compartidos de vida, bondad y fraternidad”, concluyó.
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