El Papa Francisco destacó la importancia de la formación y del crecimiento humano de las personas y aseguró que se trata de la “mejor inversión para el futuro de un país”.
Así lo dijo el Santo Padre este lunes 9 de mayo al recibir a una delegación de la Universidad italiana de Macerata formada por estudiantes y profesores.
Una vez más, el Papa llegó en silla de ruedas y permaneció sentado en la misma silla de ruedas durante todo el encuentro.
Al pronunciar su discurso, el Santo Padre señaló la necesidad de que los estudiantes universitarios puedan crecer humanamente al madurar “en conocimiento y libertad, en capacidad de pensar y actuar, de participar crítica y creativamente en la vida social y civil, con su propia competencia cultural y profesional”.
“Este crecimiento humano de las personas solo puede tener un impacto positivo en la sociedad. Por ello, invertir en la formación, en la escuela y en la universidad es la mejor inversión para el futuro de un país. Lo sabemos, lo oímos repetir a menudo, pero no siempre tomamos decisiones coherentes”, afirmó.
En esta línea, el Papa Francisco recordó a San John Henry Newman y sus reflexiones sobre la universidad en las que el Santo inglés afirmó que en el ambiente universitario el joven “se forma un hábito mental para toda la vida, cuyos atributos son la libertad, la equidad, la calma, la moderación y la sabiduría”.
Finalmente, el Santo Padre sugirió promover “la cultura del encuentro” y puso como modelo al P. Matteo Ricci, sacerdote jesuita que nació en Macerata y que fue misionero durante casi 30 años en China.
“Fue grande no solo por las cosas que hizo y escribió, sino que fue grande porque fue un hombre de encuentros, un hombre de la cultura del encuentro, un hombre que fue más allá de ser un extranjero; se convirtió en un ciudadano del mundo porque fue un ‘ciudadano de la gente’. Esta es la cultura del encuentro. Y ciertamente la universidad es un lugar privilegiado para este encuentro”, concluyó el Papa.
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