Los Obispos en Bolivia al concluir la 110º Asamblea Plenaria este 29 de abril, alentaron el compromiso de todos para “sumar esfuerzos” y salir de la crisis y poder reconstruir el tejido social.
Luego de reunirse en Cochabamba entre el 26 y 29 de abril, los Obispos destacaron en un comunicado el tiempo de Pascua, en el que Jesús Resucitado “nos interpela y nos llama a solidarizarnos con las realidades de sufrimiento y pobreza de tantos hermanos nuestros desfavorecidos y descartados de la sociedad”.
En ese sentido, invitaron a comprometerse “en el esfuerzo para salir juntos de esta crisis y reconstruir el tejido social buscando lo que nos une y superando lo que nos divide”.
“Sólo unidos y con el esfuerzo de todos, podemos encontrar las soluciones a los problemas que nos aquejan”.
A modo de ejemplo, los obispos lamentaron la escasez de fuentes de trabajo estable y digno, el aumento de la emigración, la precariedad de los sistemas de salud y educación y la debilitada economía.
“Vemos que la recuperación de la paz social del país se vuelve más compleja al encontrarnos en una coyuntura donde aún se percibe la ausencia de una voluntad sincera de reconciliación y concordia, ya que continúan actitudes de recelo que impiden reconocernos como lo que somos, bolivianos todos, hijos del único Padre”, afirmaron.
Asimismo, los Obispos recordaron “el clamor para una reforma sustancial” en la administración de la justicia “ecuánime y libre de toda injerencia política, económica y otras”.
“Esta situación, de no corregirse prontamente, pone en grave riesgo la paz, además de sembrar dolor y sufrimiento en tantos inocentes y sentimientos de indefensión en la ciudadanía”.
En ese sentido, los Obispos animaron “a sumar esfuerzos para trabajar juntos por una Bolivia unida desde nuestras múltiples riquezas culturales e históricas”.
Por ello, llamaron “a los distintos niveles de gobierno, para que profundicen en su papel fundamental de promover el bien común a través de la escucha, el diálogo y acuerdos con todos los sectores” para “superar las tensiones y problemas que estamos afrontando, y proponiendo soluciones prácticas y ecuánimes para todos”.
También llamaron a los empresarios “grandes y pequeños productores responsables del desarrollo económico” en quienes reconocen su importante rol “en la creación de empleos, labor que debe tener como máximo valor la persona, el bien común y el respeto de la creación; el bien que Dios ha dispuesto para ser compartido entre todos como hermanos”.
En tanto, a las familias bolivianas, “expresamos nuestra solidaridad y empatía por las dificultades que han vivido y siguen padeciendo. Les animamos a mantenerse unidas y bajo la mirada providente de Dios, para ir saliendo de esta situación reconstruyendo un clima de paz, serenidad, armonía y bienestar”.
“Con la esperanza de que la situación sanitaria mejore, a ustedes, niños y jóvenes, les alentamos a retomar con entusiasmo y responsabilidad sus actividades educativas”.
“Con alegría y esperanza, percibimos que de a poco vamos superando esos momentos de tristeza y desasosiego. Gracias al Señor que nos acompaña personal y comunitariamente, abriéndonos a horizontes de luz y esperanza”, expresaron.
“Que la Santísima Virgen María, Madre del Señor, siga cubriendo, con su manto maternal, a todos y cada uno de los hijos del querido pueblo de Bolivia”, concluyeron los Obispos.
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