El fiscal del Estado de Finlandia ha presentado un recurso después de que un tribunal de Helsinki desestimara los cargos contra la exministra finlandesa Paivi Rasanen, juzgada por publicar un tuit que citaba un versículo de la Biblia respecto a la homosexualidad.
El fiscal del Estado tenía siete días para decidir si recurría tras la desestimación por parte del tribunal de distrito de todos los cargos contra la exministra y contra Juhana Pohjola, obispo de la Diócesis de la Misión Evangélica Luterana de Finlandia.
Según informó la plataforma internacional de defensa de la libertad religiosa Alliance Defending Freedom (ADF), Paivi Rasanen ha asegurado “estar consternada porque el fiscal no dejará de lado esta campaña contra mí”.
La también médico y madre de cinco hijos aclaró que la decisión del fiscal de apelar puede llevar el caso hasta el Tribunal Supremo, lo que ofrecería la posibilidad de defender la libertad de expresión y de religión de todos los finlandeses.
“Además, me alegro de que esta decisión conduzca a la discusión de las enseñanzas de la Biblia en la sociedad”, aseguró Paivi Rasanen.
Asimismo, dijo estar dispuesta “a defender la libertad de expresión y de religión en todos los tribunales que sean necesarios. Hasta el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, si es necesario”.
Cabe recordar que Paivi fue acusada por tres motivos: la publicación de un folleto en 2004, una aparición que hizo en televisión en 2018 y un tuit publicado en 2019.
El caso, que ha atraído el interés mundial, concluyó con un veredicto unánime el pasado 30 de marzo, cuando Paivi Rasanen y el obispo luterano Juhana Pohjola fueron absueltos de todos los cargos.
La sentencia declaró que “no corresponde al tribunal de distrito interpretar los conceptos bíblicos” y que Rasanen ha intentado “defender el concepto de familia y matrimonio entre un hombre y una mujer”.
Ante la última noticia del recurso presentado por el fiscal del Estado de Finlandia, el director ejecutivo del grupo jurídico cristiano ADF International, Paul Coleman, advirtió que “la insistencia del Estado en continuar con esta persecución a pesar de una sentencia tan clara y unánime del Tribunal de Distrito de Helsinki es alarmante”.
“Arrastrar a las personas por los tribunales durante años, someterlas a interrogatorios policiales de una hora de duración y malgastar el dinero de los contribuyentes para vigilar las creencias profundamente arraigadas de las personas no tiene cabida en una sociedad democrática”, aseguró.
“Como ocurre a menudo en los juicios por ‘incitación al odio’, el proceso se ha convertido en parte del castigo”, lamentó.
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