El 11 de octubre la Iglesia celebra la fiesta de San Juan XXIII, nacido en Italia en 1881, con el nombre de Angelo Giuseppe Roncalli, y fallecido el 3 de junio de 1963 como consecuencia del cáncer de estómago que padecía.
Su cuerpo fue enterrado bajo la basílica de San Pedro del Vaticano, en las grutas vaticanas, donde se encuentra la tumba de San Pedro y de muchos de los Pontífices.
Sin embargo, con motivo de su beatificación, el 3 de septiembre de 2000, su tumba se trasladó a la nave principal de la Basílica de San Pedro. En la actualidad, se encuentra enterrado bajo el altar de San Jerónimo, en un lateral de la Basílica vaticana.
El Cardenal Ronaclli fue elegido Papa en 1958 tras el fallecimiento de Pío XII. Juan XXIII era conocido como el “Papa Bueno” por sus cualidades humanas y cristianas y fue el Papa que abrió el Concilio Vaticano II el 11 de octubre de 1962.
El cuerpo de San Juan XXIII se encuentra en estado íntegro gracias a los trabajos que se realizaron en sus restos mortales antes de su enterramiento. Sus reliquias pueden venerarse a través de una urna de cristal.
San Juan XXIII fue canonizado junto con San Juan Pablo II el 27 de abril de 2014.
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