San Tito y San Timoteo fueron discípulos de San Pablo, presidieron las comunidades cristianas de la isla de Creta y de Éfeso, respectivamente. Asimismo, a ellos fueron dirigidas tres cartas atribuidas a San Pablo. La fiesta de ambos se celebra el 26 de enero, al siguiente día de la fiesta de la Conversión del Apóstol de los gentiles.
San Timoteo nació en Listra, hijo de padre pagano y de madre judeocristiana. En el Nuevo Testamento aparece como el discípulo más cercano a San Pablo, con quien realizó varios viajes.
El Apóstol lo nombró Obispo de Éfeso y le escribió dos cartas para orientarlo en la dirección de sus comunidades: Primera y Segunda Carta a Timoteo. Algunas de sus reliquias reposan en Italia desde 1239 en la Catedral de Termoli, procedentes de Constantinopla.
San Tito aparece en las cartas de San Pablo, a quien acompañó al Concilio de Jerusalén. Después de predicar en varias ciudades, San Pablo lo consagró Obispo de la Isla de Creta.
“Es cierta esta afirmación, y quiero que en esto te mantengas firme, para que los que creen en Dios traten de sobresalir en la práctica de las buenas obras. Esto es bueno y provechoso para los hombres”, le recomendó San Pablo a Tito (Tito 3, 8).
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