Por ello, agradece a los hombres y mujeres que, como el buen samaritano, “viven su entrega a los pobres y excluidos y comparten con ellos”.
Estas personas, destaca, “no se limitan a dar algo: escuchan, dialogan, intentan comprender la situación y sus causas, dar consejos adecuados y referencias correctas. Están atentos a la necesidad material y también a la espiritual, a la promoción integral de la persona”.
“El Reino de Dios se hace presente y visible en este servicio generoso y gratuito”, expresa el Papa, quien llama a la vez a no caer en la retórica cuando se habla de los pobres, pues son personas con rostros, historias, corazones y almas, con méritos y defectos.
“El Libro de Tobías nos enseña la concreción de nuestra actuación con y para los pobres. Es una cuestión de justicia que nos compromete a todos a buscarnos y encontrarnos, a fomentar la armonía necesaria para que una comunidad se identifique como tal”, alienta el Papa Francisco en su mensaje de 2023.
Publicar un comentario