“¿Cuántas personas se ven privadas, como consecuencia de los conflictos, de los derechos más básicos, como el derecho al agua potable y a una alimentación sana, pero también al derecho a la libertad religiosa, a la salud, a una vivienda digna, a una educación de calidad y a un trabajo decente?”, se pregunta.
En su mensaje, el Papa Francisco también denuncia la situación en la que se encuentran muchos niños, “obligados a participar en los combates, cargando con las cicatrices físicas, psicológicas y espirituales para el resto de sus vidas”.
Afirma que es indispensable el derecho a la “autodefensa y la responsabilidad de proteger a aquellos cuya vida se ve amenazada”, al mismo tiempo que se debe reconocer que la guerra “es siempre una derrota de la humanidad”.
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