En ese sentido, el Santo Padre reconoció el trabajo de organizaciones como EPA, que comparten experiencias y rutas educativas que ayudan a los padres “a estar mejor preparados y, sobre todo, a no sentirse abandonados o desalentados”.
En medio del contexto cultural actual, donde no se respeta la dignidad de la persona humana, el Papa recuerda que los padres se “encuentran constantemente teniendo que mostrar a sus hijos la bondad y la racionalidad de elecciones y valores que ya no se dan por sentados, como la importancia del matrimonio y la familia, o la decisión de aceptar a los hijos como un regalo de Dios”.
“Educar a los niños es enseñarles lo que significa ser plenamente humanos”, subrayó.
Los padres, añade el Papa Francisco, están llamados “a formar personas libres y generosas, que hayan conocido el amor de Dios y que den generosamente lo que saben que han recibido como don”, que es la base de una sociedad sana.
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