El P. Samuel Giese, párroco de la parroquia St. Jane Frances de Chantal, en la ciudad de Bethesda, Maryland (Estados Unidos), informó que el ataque incendiario del domingo no dañó el tabernáculo de la iglesia católica.
En el video publicado en el canal de YouTube de la parroquia se veía el tabernáculo envuelto en llamas. Sin embargo, el P. Samuel Giese dijo el lunes a CNA –agencia en inglés del Grupo ACI– que las llamas eran solo los reflejos en una ventana que está detrás del tabernáculo.
“No hubo fuego en el santuario”, confirmó luego el sacerdote EWTN News Nightly.
El P. Giese indicó que el ataque, ocurrido en la mañana del domingo, no causó daños estructurales a la iglesia, aunque las estatuas y las estaciones del Vía Crucis fueron derribadas. Si bien el tabernáculo no se incendió, sus puertas se abrieron y las hostias consagradas se esparcieron por el suelo.
Las autoridades informaron que otros dos templos cercanos fueron destrozados la madrugada del sábado. Un incendio en la North Bethesda United Methodist Church causó daños menores y las lápidas resultaron dañadas en los terrenos de la Wildwood Baptist Church, informó el Washington Post.
Al comienzo de la Misa transmitida en vivo, el P. Giese dijo a la congregación que creía que la parroquia era un objetivo debido a la oposición de la Iglesia Católica al aborto.
“En este tipo de eventos existe la angustia inicial de ver tu espacio de culto destrozado y atacado”, dijo. “Pero lo que es tan edificante, realmente, es la respuesta de todos”, afirmó el sacerdote.
El lunes, el P. Giese dijo que la parroquia ha recibido una gran cantidad de apoyo de la comunidad, así como del Cardenal Wilton Gregory y otros pastores de la Arquidiócesis de Washington.
Añadió que otra parroquia local organizó una Misa fúnebre para uno de los feligreses porque la parroquia St. Jane Frances de Chantal estaba cerrada por reparaciones.
“La respuesta es tan conmovedora, cálida y positiva”, dijo el P. Giese. Si bien el ataque a la parroquia es molesto, indicó, el apoyo ha sido un “consuelo maravilloso”.
Traducido y adaptado por Eduardo Berdejo. Publicado originalmente en CNA.
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