Los secretariados de Enseñanza de la Archidiócesis de Valencia y de los Obispados de Orihuela-Alicante y Segorbe Castellón denuncian que “no se puede hablar de ‘calidad educativa’ ni de ‘educación integral de la persona’ sin un adecuado reconocimiento y, por tanto, también presencia horaria, de la asignatura de Religión y Moral Católica”.
Así lo afirman junto a otras instituciones educativas de fundamento católico con las que forman la Junta de la Mesa de Educación en Libertad, movimiento social de oposición a la octava reforma de la ley educativa en España en cuarenta años.
A través de un comunicado público se reivindica que la asignatura de Religión y Moral Católica “contribuye a desarrollar autonomía y espíritu crítico desde la visión cristiana y que hace explícita la dimensión trascendente de todo ser humano”.
Así, consideran que esta materia educativa “enriquece el conocimiento de nuestras raíces”, “da respuesta a las preguntas más profundas de la persona” y “potencia todo lo bueno y noble que hay en el corazón del hombre” para beneficio del bien común.
Estas reivindicaciones se producen al tiempo que las autoridades políticas, que tienen el deber de ordenar toda la actividad académica, están dificultando el desarrollo de esta materia.
En este sentido, denuncian que desde la aprobación de la Ley Orgánica de Mejora de la Ley Orgánica de Educación (LOMLOE) en diciembre de 2020, el secretario autonómico de Educación y Formación Profesional se ha negado a reunirse y dialogar con los obispados y la Mesa de Educación en Libertad.
“Como todo lo que se refiere a esta octava reforma educativa en democracia, consideramos que el proceso no ha sido el adecuado. A estas alturas del calendario, la organización del próximo curso escolar se está improvisando sobre la base de borradores”, subrayan.
Por otro lado, al no estar aprobados los decretos de configuración de las asignaturas, los centros han trabajado sobre la base de “borradores de decretos” facilitados por las autoridades educativas.
A este respecto, señalan que “los borradores muestran una falta total de sensibilidad hacia el trabajo de los docentes de esta materia, que han visto reducida a la mínima expresión la carga horaria de la asignatura”.
Este horario “tan limitado”, impide a su juicio “un desarrollo adecuado de esta o de cualquier otra materia”.
Estatus inferior a los acuerdos Iglesia-Estado
Educación en Libertad también denuncia que en el Bachillerato, los borradores de los decretos educativos “dejan a la Religión y Moral Católica en un estatus de inferioridad que nada tiene que ver con que sea una asignatura equiparable a “materia fundamental”, como recogen los acuerdos entre la Iglesia y el Estado Español.
Así, el alumno que la elija tendrá una hora lectiva más que el resto de compañeros y, probablemente, será a primera o última hora del horario lectivo, como ha sucedido en ocasiones anteriores, lo que supone “un motivo de discriminación” ya que estos alumnos deberán acudir a los centros educativos antes o marcharse después que sus compañeros.
Los obispados y el resto de organizaciones por la libertad educativa enfatizan que los “presupuestos ideológicos personales o de gobernantes no pueden estar por encima del derecho de los padres a la educación integral de sus hijos”.
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