El Obispo de Yei (Sudán del Sur), Mons. Alex Lodiong Sakor Eyobo, exigió a los militares y a los rebeldes armados detener sus amenazas contra la población de este país africano.
“Quiero hacer este llamado a todos los que portan un arma, ya sea que estén en la ciudad o en la selva: por favor, no entren en nuestras aldeas para comenzar a intimidar a nuestra gente que está cultivando para su supervivencia; no use sus armas para intimidar a nuestra gente inocente”, dijo Mons. Lodiong.
El Prelado dijo estas palabras durante la Misa que celebró el domingo 24 de julio en Ombasi, una comunidad de acogida en el municipio de Yei para las personas desplazadas y refugiados de la República Democrática del Congo.
El Obispo de Yei señaló que las poblaciones solo tienen la agricultura como única manera de sobrevivir y ello está siendo afectado por las acciones de los militares y de los rebeldes.
“No llevan armas y ni siquiera son una amenaza para ustedes. ¿Por qué los intimidarían?”, cuestionó.
El Obispo de Yei enfatizó la necesidad de una coexistencia pacífica. Indicó que “la paz en la que queremos vivir debe ser la que construimos desde el suelo con nuestra gente […]. La paz que se ha firmado no llega aquí porque la gente todavía no puede moverse libremente”.
Por ello, pidió al Gobierno local a acercarse para ver lo que sucede y ayudar a la población que está sufriendo; porque “la buena política es la que brinda servicio a nuestra gente”.
Hizo un llamado a la fraternidad entre los miembros de la comunidad, diciendo que esto puede fomentar la reintegración de los retornados.
“Trabajemos y preparemos el terreno para que nuestra gente que fue desplazada como resultado del conflicto regrese, porque no volverán a menos que preparemos el terreno para ellos”, indicó el Prelado.
“Que el ejército respete a nuestros civiles porque son los civiles los que alimentarán al ejército”, afirmó, y preguntó: “¿Si nuestro ejército intimida a nuestros civiles, quién los alimentará? Esta es la paz que queremos construir desde cero, no la paz firmada en papeles y quedándose en Juba”.
Traducido y adaptado por Eduardo Berdejo. Publicado originalmente en ACI África.
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