Los 95 años de coronación canónica de la Virgen del Carmen, patrona en Chile, fueron celebrados con alegría porque la Madre sigue extendiendo su manto para todos sus hijos.
Fue un 19 de diciembre de 1926 cuando el legado pontificio Mons. Benedicto Aloisi Masella coronó la imagen carmelita ante 400 mil chilenos, luego de la solicitud hecha por el mismo pueblo al Papa Pío XI.
En la parroquia El Sagrario de la Arquidiócesis de Santiago, el P. Juan Suárez celebró una Misa en la que manifestó que la “Virgen María, Reina y Madre de cada uno de nosotros, hace todo lo posible para que podamos entender la palabra salvadora de Jesucristo”.
“En Lourdes, en Fátima en todas las apariciones” y por eso “tiene un manto tan grande, tan hermoso”, afirmó.
Ya que en esa misma jornada se celebró la segunda vuelta de la elección presidencial, el P. de la Cruz expresó que “la Virgen del Carmen dice, todos son mis hijos, gane quien gane”.
“Ella no quiere enfrentamientos, quiere fraternidad, quiere humanidad, más que nunca extiende su manto maravilloso para todos los chilenos y en el mundo entero”.
“Por eso es nuestra Reina y por eso ante la solicitud de la Iglesia de Santiago hace 95 años atrás”, el Papa Pío XI decretó su coronación.
“Reina significa que cada uno de sus hijos diga ‘esa es mi Madre porque yo la he coronado’”, con mi cariño, con mi amor, con mi adhesión”, concluyó.
En la Misa participaron algunos fieles y las llamadas “camareras” de la Virgen del Carmen, cofradía nacional compuesta por mujeres que cuidan, conservan y visten la imagen carmelita y del Niño.
Su signo distintivo es el escapulario de color café en el que por un lado está impresa la imagen de la Virgen del Carmen y por el otro, el escudo carmelita.
Devoción a la Virgen del Carmen
La devoción por la Virgen del Carmen se inicia con la llegada de los misioneros agustinos en 1525. En 1923 el Papa Pío XI la nombró Patrona de Chile.
Además de la fiesta en honor a la Virgen del Carmen de cada 16 de julio; el tercer domingo de octubre, a partir de 1818, se recuerda el día en que el general Bernardo O'Higgins colocó la primera piedra de lo que es hoy el Templo Votivo de Maipú.
En 1971 la Conferencia Episcopal de Chile instituyó el Día de la Oración por Chile, motivo por el cual la celebración se trasladó al último domingo de septiembre para adherir a las celebraciones del Mes de la Patria.
Francisca Abogabir, vicepresidenta de la Cofradía Nacional de la Virgen del Carmen, explicó que la Virgen “siempre ha estado acompañando al pueblo chileno en los momentos difíciles e históricos”.
“La Virgen acoge a todos y todos se sienten interpretados por Ella”. “La Virgen los convoca a todos y llama a la unidad sin hacer distinción de sus hijos”, agregó.
A su turno, Macarena Mackenna, presidenta de la Cofradía Nacional de la Virgen del Carmen, recordó que “fue el pueblo de Chile, los fieles los que le pidieron al Papa que la Virgen del Carmen fuese nuestra Reina”.
“Ella ya era nuestra patrona” y su coronación “fue un gran regalo para Chile, porque los fieles, sus hijos, la querían de Reina y de Madre”, agregó.
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