Luego de 14 años de esfuerzo y constancia, una comunidad en la Diócesis de Osorno (Chile) celebró la consagración de la iglesia dedicada al Espíritu Santo el domingo 26 de diciembre, día de la Sagrada Familia de Jesús, María y José.
La Misa del nuevo templo parroquial, que contempla además dos salas, baños y oficina parroquial, fue presidida por el Obispo de Osorno, Mons. Jorge Concha Cayuqueo; y concelebrada por el párroco y misionero del Verbo Divino, P. Adam Lugowski; otros sacerdotes y autoridades de la congregación; diáconos y la comunidad.
Fue el 26 de diciembre de 2007 cuando el entonces Obispo de Osorno, Mons. René Rebolledo creó la parroquia para la atención espiritual y pastoral de más de 20 poblaciones de Rahue Alto Norte.
La Congregación del Verbo Divino comenzó a caminar junto a la comunidad, sin iglesia ni dependencias donde reunirse, salvo las sedes comunitarias de los barrios.
Recién en 2015 se levantó la primera capilla y hoy la parroquia se compone de cuatro capillas.
El 31 de mayo de 2019 se puso la primera piedra del templo parroquial, proyecto apoyado íntegramente por la Fundación Cultura Nacional, quien se hizo cargo del financiamiento de la obra.
Durante la Misa, el P. Lugowski expresó que “este templo, al igual que el amor de Dios, es un don gratuito, don que hemos recibido sin merecerlo”.
“No hemos sido nosotros quienes lo construyeron. En primer lugar es Dios quien edifica su templo, para Él, para nosotros, para darle culto, pero también porque Él eligió este lugar porque quiso habitar acá”, afirmó.
El párroco agradeció el esfuerzo de la comunidad, a los bienhechores y Misioneros del Verbo Divino, y a “Dios, Uno y Trino, por su inmensa misericordia que nos enseña qué significa un regalo gratuito por medio de su Hijo Jesucristo, también porque suscita esta bondad en tantos corazones para ayudar, para realizar este proyecto tan grande”.
A su turno, Mons. Jorge Concha Cayuqueo manifestó que “el templo cristiano siempre es un referente para el Pueblo de Dios, incluso para otras personas que no participan de nuestra fe o creen de otra manera”.
“Es donde el pueblo se reúne en asamblea para celebrar y hacer oración desde la común unidad que nos da el bautizo, por el cual somos hijos y hermanos. Es donde constantemente se anima y se realiza la evangelización que es un mandato del Señor a todos los discípulos”, agregó.
También pidió que la comunidad mantenga “su corazón abierto” y nunca deje de cumplir la misión de “anunciar la Palabra, la Eucaristía, los sacramentos y la solidaridad”, concluyó.
Mientras la comunidad sigue caminando en desafíos pastorales tiene como desafíos estructurales la construcción de la casa parroquial y un salón grande para ser utilizado como velatorio, asambleas o el alojamiento de los jóvenes que misionan en la zona.
Además, proyectan la construcción de baños y salas para una de sus capillas, todos proyectos que se concretarán en la medida que los recursos, escasos, lo permitan.
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