Al término de la Audiencia General, el Papa Francisco recitó una breve oración para pedir a San José que proteja a las personas que huyen de la guerras y de las persecuciones, así como hizo con la Virgen María y el Niño Jesús siguiendo la orden del ángel, para salvarlos de la crueldad del rey Herodes.
En la catequesis de este 29 de diciembre, el Santo Padre reflexionó sobre el relato evangélico de la huida de la Sagrada Familia a Egipto, y dijo que San José es ejemplo de que ante las adversidades de la vida que pueden provocar temor, el cristiano debe confiar en la Providencia de Dios.
“Cabe imaginar las vicisitudes que tuvo que afrontar durante el largo y peligroso viaje y las dificultades de su permanencia en un país extranjero, con otra lengua: muchas dificultades. Su valentía surge también en el momento de su regreso, cuando, tranquilizado por el ángel, supera sus comprensibles temores y se instala con María y Jesús en Nazaret”, afirmó el Papa Francisco.
En ese sentido, dijo que “hoy creo que es necesaria una oración por todos los migrantes, todos los perseguidos y por todos aquellos que son víctimas de circunstancias adversas: ya sea por circunstancias políticas, históricas o personales. Pero, pensemos en tantas personas, víctimas de las guerras, que quieren huir de su patria y no pueden; pensemos en los migrantes que inician ese camino para ser libres y muchos acaban en la calle o en el mar”.
“Pensemos en Jesús en brazos de José y María, huyendo, y veamos en él a cada uno de los migrantes de hoy. La migración actual es una realidad ante la que no podemos cerrar los ojos. Es un escándalo social de la humanidad”, expresó el Pontífice.
A continuación la oración recitada por el Papa Francisco al custodio de la Sagrada Familia:
San José,
tú que has experimentado el sufrimiento de los que deben huir
tú que te has visto obligado a huir
para salvar la vida de los seres queridos,
protege a todos los que huyen a causa de la guerra,
el odio, el hambre.
Sostenlos en sus dificultades,
fortalécelos en la esperanza y haz que encuentren acogida y solidaridad.
Guía sus pasos y abre los corazones de quienes pueden ayudarles. Amén.
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